Delegación fundada el 3 de Abril de 2003

.
Historia IIEE
Fundamentos IIEE Chile
Contacto
.
 
 
 
.
.
CRIPTOZOOLOGÍA
.
EL MEDIATICO MONSTRUO DE VAN METER
El Mito del Supuesto Monstruo Alado de Van Meter
que Sembró el Pánico en EE.UU.
_
_
LA LOCALIDAD NORTEAMERICANA FUE VISITADA HACE MÁS DE UN SIGLO POR UN INNOMINADO SER ALADO DE 2,50 METROS DE ALTO.

En la bucólica, pequeña y conservadora localidad de Van Meter, en Iowa, Estados Unidos, se celebra desde hace unos pocos años el “Van Meter Visitor Festival”, en recuerdo de los extraños sucesos que asolaron al pueblo hace más de un siglo. Durante cinco noches consecutivas entre septiembre y octubre de 1903, un supuesto monstruo alado de apariencia humanoide, semejante a un gran pájaro prehistórico de 2,50 metros de altura, con alas de murciélago y un cuerno en la cabeza capaz de lanzar un enceguecedor rayo de luz, sembró el terror en aquel aislado rincón del Medio Oeste norteamericano.
_
El 29 de septiembre de 1903, un respetable vecino de Van Meter llamado U.G. Griffith, mientras caminaba de vuelta a su casa, vio algo encima de un edificio del pueblo que no era habitual, algo que sobresalía en una de las azoteas y que parecía ser una gárgola de piedra, monumento que se pone habitualmente en lo alto de las iglesias y catedrales. Sin embargo, para espanto de Griffith, lo que parecía una estatua inmóvil parecía emitir una especie de luz de su cabeza, se movió y dio un gran salto hasta el techo de otro edificio, para luego desaparecer en la oscuridad.

RECREACIÓN DEL VISITANTE-DE-VAN-METER

A finales del mismo mes, un médico apellidado Alcott, tras despertarse abruptamente a causa de un rayo lumínico que parecía sobrevolar su casa, miró por la ventana y contempló, estupefacto, un ser que parecía salido de la más espantosa de sus pesadillas: Una criatura que parecía ser mitad animal y mitad humana, con alas de murciélago y un prominente cuerno en la cabeza desde donde emanaba la luminosidad mencionada. Aterrado, Alcott buscó su pistola y le disparó cinco tiros, pero la bestia no pareció inmutarse. Tras esconderse en su casa durante un rato, Alcott finalmente se atrevió a salir al exterior, pero el monstruo alado había desaparecido.

_
El 1 de octubre de 1903, el banquero Clarence Dunn, quien se había quedado a trabajar en su local durante la noche, escuchó ruidos extraños en el exterior. Pensando que era alguien que intentaba robar el banco, cogió su arma y salió fuera para ver de dónde provenían los sonidos. Se encontró de sopetón con una terrorífica figura alada apostada en la calle. El banquero disparó varias veces al monstruo, pero sin ningún efecto. Cuando el ser hubo desaparecido, Dunn se preocupó de tomar un molde de yeso de una huella de tres dedos impresa en el suelo que había dejado la criatura.

Esa misma noche, Ben Jasperson, un supuesto reportero del Iowa Tatler, logró fotografiar a la innominada criatura. Tras hacer guardia en lo alto del edificio, aguardó pacientemente hasta que el monstruo apareció sobrevolando el pueblo y se posó sobre la tienda de O. V. White, copropietario de la ferretería más grande del pueblo.
.
Según Jasperson, el monstruo era muy grande, con más de dos metros de altura y con alas del doble de envergadura, aunque la criatura parecía tranquila y nada amenazadora. Con las manos temblorosas, el periodista presionó el obturador y consiguió sacar la controvertida fotografía, que hasta el día de hoy es muy discutida y permanece como el único registro del llamado “Visitante de Van Meter”.

Al día siguiente, el mencionado O. V. White, mientras atendía su ferretería, escuchó un misterioso sonido agudo proveniente del exterior. Tras tomar su arma y salir a la calle, vio al extraño ser a poco más de 5 metros, parado sobre un poste del alumbrado público. Disparó, pero la criatura no cayó al suelo, sino que giró hacia su agresor y lo encegueció con un rayo de luz que salía de su cuerno. Entonces, según White, un penetrante olor impregnó todo el aire, haciéndolo sentir aturdido.
.
La supuesta fotografía de la silueta de la criatura alada de Van Meter, parada sobre el techo de la ferretería del pueblo, que un periodista tomó el 1 de octubre de 1903
.
Alertado por el disparo, otro comerciante local, Sidney Gregg, salió a la calle principal y observó cómo la criatura descendía del poste telefónico “usando su pico como un loro”. Al llegar al suelo se mantuvo erguida y, según relató, “tenía al menos 2,50 metros de altura” y una potente luz que le salía de la frente “como si fuera un faro eléctrico”. Después, la criatura dio unos fuertes aleteos y, “dando grandes saltos como si fuera un canguro”, se empezó a alejar. Luego se detuvo, corrió en cuatro patas y, extendiendo sus alas, voló en dirección a una mina de carbón abandonada, ubicada en el borde mismo del pueblo.

El hecho de que en muy poco tiempo varios respetados vecinos de Van Meter vieron a la criatura, y que incluso alguien le hubiera tomado una fotografía, generó pánico en la comunidad, que pronto sospechó que el horripilante ser podía proceder de la vieja mina de carbón abandonada, ubicada en los extrarradios de Van Meter, donde se escuchaban extraños ruidos que parecían provenir de su interior.

Por tal motivo, el ex gerente de operaciones de la mina, J. L. Pratt (Jr.), el 3 de octubre de 1903, llegó al lugar para inspeccionar el borde del profundo pozo que caía en vertical varios cientos de metros. Allí presenció cómo la criatura emergía de las profundidades de la mina acompañada de otra idéntica, pero de menor tamaño. Ambas, según Pratt, emitieron luces brillantes de sus cuernos antes de desplegar sus alas y volver de vuelta hacia la oscuridad. Van Meter prensa

En vista que el susto y temor ya se había enseñoreado del pueblo de Van Meter, sus vecinos se armaron y, organizados en grupos, se dirigieron a la vieja mina de carbón. Esperaron largas horas y cuando ya el cansancio y el sueño hacía mella en ellos, los dos monstruos volvieron a aparecer. Los vecinos les dispararon, pero los dos seres alados parecían ser inmunes a las balas. Sólo se limitaron a retroceder, volver por la gran oquedad de la mina y esfumarse en la oscuridad. Unas horas después, los vecinos de Van Meter sellaron la entrada de la mina para siempre.

Nunca más se volvió a saber nada de aquellas dos ominosas entidades aladas, hasta que en los 2013 tres investigadores de fenómenos paranormales -Chad Lewis, Noah Voss y Kevin Lee Nelson- se encontraron con una noticia publicada por el periódico Des Moines Daily News el 3 de octubre de 1903, donde se detallaban todos los increíbles avistamientos del monstruo en el pueblo de Van Meter. Los citados autores, tras investigar el tema, publicarían el libro “El Visitante de Van Meter: Un encuentro real y misterioso con lo desconocido”.

Sábado 21 noviembre 2020 – Pinterest - Héctor Fuentes
.
.
Una historia realmente bizarra
.
Una historia de principios del siglo XX realmente increíble y que ha permanecido en el inconsciente colectivo de sus habitantes, quienes no olvidan estos supuestos hechos ocurridos en tiempos pasados y los cuales quedaron registrados por la prensa de aquellos años. Acontecimiento que no tiene nada que envidiar a otros que han ocurrido en otras muchas partes del mundo donde se han registrados rocambolescos seres alados que aparecen y que son descritos mitad pájaros y mitad humanos, gárgolas medievales para otros, y que entran ya en un mito universal para los investigadores pero que permanecen pese al paso de los años en el recuerdo popular.

Las referencias contraías a lo expuesto existen y son muy diversas, más aún, cuando este lugar celebra con grandes festividades la aparición de este monstruo alado todos los años, con el debido soporte turístico que lleva a la zona.

Según el experto Fernando Jorge Soto Roland en su escrito EL EXTRAÑO VISITANTE DE VAN METER ANOMALÍAS, FESTIVIDADES Y MONSTRUOS INVENTADOS, menciona lo siguiente:

Una historia bizarra más de las muchas que circulan por el mundo. Pero ésta en particular debería llamarnos la atención por un motivo, que resumimos en las siguientes cuestiones: ¿Por qué, a 116 años de aquel supuesto suceso, son sólo siete las conmemoraciones organizadas hasta la fecha? ¿Qué fue lo que llevó a que en 2013 se decidiera rescatar del pasado local ese acontecimiento tan extraño y convertirlo en un símbolo de identidad regional?

¿De qué forma un supuesto hecho paranormal/anómalo se convirtió (o se intenta convertir) en un evento local que, año a año, parecería crecer dentro de los límites de un pequeño pueblito de escasos 1.100 habitantes, alcanzando repercusión a nivel mundial?

Creo que estamos ante otro interesante fenómeno sociológico en el que se mezclan supersticiones ancestrales, modernos sistemas de creencias e intereses económicos en partes iguales; y en los que la ignorancia, el tedio y una renovada cosmovisión mágica, irracional y esotérica ha copado la escena con la intención, no del todo consensuada, de instalar un concepto de realidad muy alejado del que hemos heredado de la modernidad de siglos pasados.

Presenciamos, pues, de la mano de expertos en parapsicología, ufología y criptozoología, un nuevo embate contra el sentido común dominante hasta ahora. Un intento más en la lucha por restaurar una mirada de las cosas más trascendente, holística, emocionante, esotérica y adrenalínica, convirtiendo al mundo en una pasarela de misterios ?reales e inventados? de todo tipo.

Sobre esto versará el presente artículo. Sobre la historia de una criatura relativamente nueva que ha venido a patear el tablero con claras intensiones románticas; tratando de generar un sentido de pertenencia que no excluye el mero negocio o las más concretas aspiraciones de lo que podríamos llamar un neocapitalismo esotérico de gran predicamento. Todo, obviamente, envuelto bajo un manto de misterio e inclinaciones forteanas.

De la criatura o monstruo de Van Meter no sabíamos nada hasta que, en mayo de 2013, tres escritores inclinados al estudio de fenómenos paranormales ?Chad Lewis, Noah Voss[, y Kevin Lee Nelson? publicaron en coautoría el primer libro sobre el tema. Lo titularon
EL VISITANTE DE VAN METER . Un Encuentro Real y Misterioso con lo Desconocido y, desde entonces, la historia del extraño ser no hizo más que crecer y popularizarse dentro del ambiente de la criptozoología menos ortodoxa; es decir, aquella inclinada a interpretar los avistamientos de “animales misteriosos” (crípticos) como claras manifestaciones paranormales y no simples individuos de especies desconocidas por la zoología.

.
 
El IIEE de Chile no se responsabiliza ni comparte necesariamente la opinión de todos sus colaboradores en los escritos publicados.
IEE Delegación Chilena © 2003 - 2008. Todos los derechos reservados.