Los turistas y viajantes en general imaginan Miami una ciudad donde la diversión, la salsa, el surfing y las chicas hermosas lo inundan todo. Efectivamente los estereotipos anteriores son las características primordiales de esta gran ciudad, pero en este trabajo trasmitiremos algunas facetas ocultas de esta gran urbe, plena de sol, de calor húmedo tropical, y donde predomina el color verde en toda su dimensión, no en vano Florida es llamado Estado del Sol.

UN ABANICO DE CULTURAS

Todo el Estado de Florida tiene una gran influencia latina y española. El 8 de Septiembre de 1565 la ciudad De San Agustín fue fundada por Pedro Menendez de Aviles para el Rey Felipe II de España, siendo esta ciudad considerada la más antigua de los EEUU. En esta península se unen una serie de culturas foráneas, como son la cubana, haitiana, dominicana, mexicana, y lógicamente toda Sudamérica .
Cada grupo inmigratorio agrega un ápice más a este abanico de culturas y también aportan sus propias creencias, supersticiones, y rituales criollos originarios de sus propios países. No es extraño encontrar lujosas casas donde se desarrollan rituales de santería cubana, o disputas familiares donde salen a luz maldiciones de influencia vudú. Como muestra de este gran conglomerado humano instalado desde principios de siglos en esta enorme península, relataremos algunos hechos recopilados "in-situ".

LA LEYENDA DEL FANTASMA DE HENRIQUETA EN CAYO HUESO  

Una de las leyendas más populares en la península de Florida es la que ocurre al final de los Cayos, uno de los lugares que más se aproximan a la vecina isla de Cuba. Un comerciante tabaquero de apellido Marrero a principios de siglos se instaló en esta zona y creo uno de los más prósperos negocios de la zona, los cigarrillos y puros de una calidad mundialmente reconocida. Este comerciante compró una bella finca para vivir y descansar los fines de semana, además de entablar una relación amorosa con una chica muy joven de nombre Henriqueta. La relación llegó a casamiento y los tiempos eran augurios de felicidad y estabilidad económica. El empresario Marrero al paso de los años murió y dejo en herencia la bella y lujosa propiedad a su esposa Henriqueta.
Al pasar un tiempo la viuda Henriqueta recibió la visita de Maria, primera esposa de su difunto esposo, quien no había muerto y venía a cobrar la herencia que legítimamente le pertenecía. Henriqueta pudo comprobar con gran asombro por su parte que su difunto esposo era bígamo y ocultaba una esposa en Cuba. Henriqueta judicialmente no pudo hacer nada, su estado físico fue de mal en peor y murió en la ruina y con la gran angustia de ver su casa en manos de otra persona.

En el transcurrir de los años, la finca pasa a denominarse Hotel Marrero y desde aquellos años muchos inquilinos y personas vecinas dicen ver la figura fantasmal de Henriqueta que viene a cuidar de su casa que cree justamente suya.

SANTERIA, RITOS, Y CEREMONIAS EN CASAS PARTICULARES.

Muchos inquilinos y personas que compran casas en Miami recurren a los oficios de un sacerdote católico para que bendiga su casa antes de entrar a la propiedad ¿Las razones? Debido a la gran cantidad de practicantes de ritos vudú, o de otros de tipo indefinidos, sus casas se encuentran "cargadas" o con "sombras obscuras" que deambulan por los pasillos libremente. Ante estos relatos, este corresponsal, trato de verificar estas experiencias y efectivamente en pleno barrio residencial de Kendall y sin muchos esfuerzos localizamos dos casas donde sucedían hechos anómalos. La primera casa era un estupendo chalet de dos plantas y sus inquilinos descubrieron poco a poco muchos episodios ocurridos en la rutina propia de la casa. Comentados conjuntamente daban como conclusión que todos veían sombras paseando por los pasillos, puertas cerradas y abiertas sin razón alguna, presencias agobiantes en ciertos cuartos, etc. Ramón Rodriguez, psíquico que nos acompañó en nuestra labor, "visualizó" en tiempo pasado una cuna de color blanca de un bebe en la habitación donde ocurrían más frecuentemente los hechos relatados. Las investigaciones confirmaron que el inquilino anterior había tenido una experiencia traumatizante con un bebe en aquella habitación, y la cuna aún permanecía en el trastero de aquella casa. Se procedió a sacar la cuna de la casa y los hechos han remitido notablemente.

En otro hermoso chalet de Kendall, cerca de la calle 104 S.W., un matrimonio al parecer de origen colombiano tenía una habitación para efectuar ciertos ritos satánicos. La habitación estaba pintada de negro y al ocuparla otro inquilino fue restaurada y pintada como toda la casa de un blanco inmaculado. El nuevo inquilino no tenía conocimiento de los procedimientos de su anterior dueño pero al ofrecer la habitación a sus visitas y familiares para pernoctar en aquel cuarto, nadie soporta pasar la noche pues las sombras y presencias extrañas no dejan pegar ojo.