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| Me convidaron a escribir historias que han ocurrido en un Liceo de Providencia, son historias que no tienen una explicación lógica o tal vez sí, pero son anécdotas de cosas muy curiosas que no hemos podido resolver y que pasan a ser parte de lo oculto o simplemente son asuntos que están en otro plano y que a continuación invito a quien quiera exponer o bien a escribir:
Corría el año 2019 y el profesor de Historia del cual me reservo el nombre, por un asunto que no vale la pena explicar en detalle, por un problema que significaba que ya no podía hacer clases de Historia, la jefatura de la época consideraba que había perdido el control sobre los estudiantes y habría sido destinado o por decir de algún modo castigado para hacerse cargo de la administración de la Biblioteca.
El profesor de Historia era una persona de carácter muy pausado, tranquilo, silencioso, de una voz de muy baja frecuencia, de tono muy bajo; tez morena contextura gruesa y estatura por sobre el metro 70. Las pocas veces que hablaba, lo hacía con propiedad, muy culto, amante de los libros, las revistas y muy conocedor de la Ciencia ficción; recuerdo le gustaba mucho la serie Star Trek, por sobre Star Wars de la que no sólo me considero un fanático, sino más bien diría yo, que tengo “Daño Cerebral”; por la misma razón, yo lo molestaba, le decía que los efectos especiales de Star Trek los había hecho la empresa Light and Magic, empresa creada por George Lukas para la realización de la 1ª película de Star Wars de 1977. Era una sana rivalidad que hizo crecer nuestra amistad, compartíamos muchas historias del cine y por sobre todo del Animé, muy fanáticos los 2 de los estudios GIBLI, nos prestábamos películas, él a mí y yo a él; las series de animación japonesas de los años 80 eran tema frecuente en nuestras conversaciones, como también la música y el COMIX. La tremenda similitud en los gustos fue lo que nos hizo afianzar nuestra amistad; tal vez eso mismo me llevó a ser protagonista de esta triste como también extraña historia.
El hecho de haberme considerado más cercano a él, hizo que de manera confidente me contara un problema de salud que padecía, mucha acidez estomacal y malestar general; me aseguró que iría al médico. Después de un tiempo, me cuenta que deberá operarse de la vesícula, que era eso lo que estaba complicando su salud. Fueron varios días de licencia médica por la operación, pero después del alta pudo venir a trabajar, medio delicado por su estado de salud, me informa que se siente mal, que algo había pasado con su cirugía, entonces dejó de venir.
Pasada más o menos una semana estando yo en mi lugar de trabajo como siempre, recibo una llamada de un señor con una voz algo dulce, pero con autoridad, algo suave y a la vez demandante, consultando si en este colegio trabajaba el Profesor (Dice el nombre del profesor), le confirmo que sí y le pregunto qué le ocurrió. Él me cuenta que recibió una llamada telefónica del profesor y que notó que no estaba bien, y que ni siquiera pudo entender bien lo que le decía, yo le consulto qué parentesco tenía con el profesor, él me contesta que su nombre es Cristian, que es primo y que quedó muy preocupado con la llamada; si es posible que nosotros podamos hacer algo al respecto, porque él se encuentra muy lejos, en Rancagua 6ª región, para ser específico y que no podría ir en su auxilio, además pregunta si nosotros tenemos la dirección de su casa; sí le contesto yo, además le informo que existe un archivo en una ficha de cada uno de los funcionarios donde aparece su dirección, estupendo me dice él y pide por favor que tratemos de averiguar por su estado, me deja un teléfono para que nos podamos comunicar con él. |
| Apresuradamente me dirijo al subdirector que se encontraba en el patio cercano a la campana conversando amenamente con el Inspector general y la Orientadora del liceo. El subdirector recuerda que el profesor vive en la casa que otro profesor de matemáticas le arrendaba. Enseguida el Subdirector toma la decisión de ir inmediatamente al domicilio del profesor de Historia para averiguar qué le sucedió; le solicita a la Orientadora que lo acompañe. Muy rápidamente van directamente a la Florida comuna donde residía el profesor, lugar muy cercano al estadio Bicentenario; El subdirector por teléfono pide le envíen por WhatsApp un plano con la ubicación de la casa.
Luego de mucho rato la Orientadora y el Subdirector nuevamente se comunican con la secretaria de Orientación y le manifiestan que están afuera de la casa del profesor pero que no han tenido respuesta a los constantes llamados y que es necesario llamar al profesor de matemáticas para que nos pueda facilitar las llaves de la casa.
La secretaria de Orientación logra comunicarse con el profesor de matemáticas que trabaja ahora en otro establecimiento de la comuna y él se encargará de facilitar y enviar las llaves.
Después de mucho rato la Orientadora y el subdirector se comunican con el establecimiento; en tono muy apesadumbrado informan que lograron ingresar a la casa del profesor y que la puerta de entrada está trabada y al mirar a través de la ventana, ven que el profesor está tirado sobre un montón de revistas que tiene arrumbadas sobre el estar principal y que llamarán a carabineros para solicitar la autorización para el ingreso.
Con la llegada de Carabineros es posible verificar el estado del profesor y ante la llegada de un especialista verifican que lamentablemente está fallecido.
La Triste noticia sacudió fuertemente a la comunidad docente y no docente del establecimiento. El Director me consulta cómo me enteré de lo que había acontecido, yo le informo que un señor que se identificó como Cristian, primo del profesor de Historia, se comunicó con el liceo e informa que no puede ir en su auxilio y que además dejó un teléfono para que nos comunicáramos con él, yo le paso la tarjeta donde anoté el teléfono y el Director me dice “Pásaselo a mi secretaria y guárdenlo en un lugar secreto”; yo al informarle a la secretaria juntos lo guardamos en un tarjetero tipo estuche rectangular debajo de todas las tarjetas.
Al día siguiente todavía consternados por lo ocurrido, la Orientadora comienza las gestiones para ubicar a la familia, gestiones de diferente índole. A través de Carabineros es posible ubicar a la madre que vive en Villa Alemana 5ª Región; nos enteramos que la familia ya estaba enterada de la situación, la madre del profesor de Historia le informa a la Orientadora el lugar donde se realizará la misa y el funeral.
A Villa Alemana asiste la Orientadora acompañada de algunos funcionarios del liceo, durante la misa, familiares del profesor le consultan a la Orientadora cómo nos enteramos nosotros; ella le cuenta toda la historia, desde el principio, es en ese momento que la madre y parte de la familia del profesor queda impactada y dicen, no tenemos ningún familiar de nombre Cristian, tampoco tenemos familiares en Rancagua, y ¿Tienen cómo conseguir el teléfono de esa persona que llamó? Sí le contesta la Orientadora, el secretario de Inspectoría General le tomó los datos y el teléfono; ¿lo pueden llamar? preguntan; desde Villa Alemana la Orientadora llama al liceo para que le den el teléfono. Yo, el secretario de Inspectoría General voy a la oficina de Dirección, tomo la cajita donde se guardan las tarjetas, reviso el fono donde la habíamos guardado y…
Sucede lo más misterioso que podría haberme ocurrido, es un asunto que está relacionado con lo oculto, la secretaria de orientación y yo éramos las únicas personas que sabían dónde estaba guardada la tarjeta con el nombre Cristian y el teléfono, sin embargo, con mucha cara de asombro y algo de susto, la secretaria dice “NO está”, porque extrañamente la tarjeta había desaparecido.
Le informamos a la Orientadora que estaba en el funeral en Villa Alemana lo acontecido y ella dice “Sabíamos acá que esto ocurriría, en la familia no es primera vez que esto ocurre, por eso ellos pidieron el teléfono de quien llamó”. A pesar de todo, la Orientadora queda impactada con los acontecimientos y no puede creerlo.
Ya en Santiago, la Orientadora decide investigar más sobre el asunto, le muestro la cajita donde se guardó el número telefónico y ella solicita a la jefatura central que le consigan el registro de las llamadas telefónicas.
Revisando la hora en que fue recibida la llamada 11:25 hrs. extrañamente, no había ninguna llamada desde la 6ª Región, Rancagua, haciendo más misterioso aún lo acontecido.
Días después, ya más tranquilos por lo acontecido, en reflexión con la Orientadora me dice que esto no es casualidad, y que fuera yo quien contestó esa llamada; no por nada, yo y el profesor de Historia habíamos hecho un lazo de amistad y que este fenómeno es un ejemplo que hay algo desconocido para todos nosotros en el más allá.
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Autor: Jaime González Agurto
Profesor, Secretario de Inspectoría General
Ensayista e Ilustrador |
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