Introducción.

Uno de los problemas más complejos dentro del fenómeno OVNIS han sido los casos de abducciones o secuestros por entidades alienígena. Les tomo más de 18 años para que los investigadores aceptaran las abducciones como parte del fenómeno. Ahora la cosa se complica, en los últimos años se han reportado casos de abducciones que ocurren dentro los dormitorios de los testigos, a este tipo de abducción se le ha dado el nombre de "Visitantes de Dormitorio". En el mes de Abril del 2014 recibo un correo electrónico donde la firmante dice haber tenido una abducción del cuarto tipo, donde le implantaron en su cerebro: "Algo que ni la ciencia médica sabe que se trata, pues después de la abducción me realizaron una prueba de Resonancia Magnética (RM) con contraste al cerebro. Me removió el cerebro una entidad de los grises altos, eran tres, pero no logre ver sus rostros, pero si sus torsos, brazos y manos.

Tengo en mi poder una copia del RM. Pero le digo más, si usted se interesa en mi caso, soy capaz de hacerme una cirugía y entregarle el implante. Considero que los componentes del mismo entregaría a la ufología una prueba irrefutable de mi abducción. Además, tengo un paquete de filmaciones infrarrojo, los videos contienen imágenes de tiempo perdido, cientos de Orbes, figuras amorfas, código de luces en pleno día, rayos que atraviesan mis paredes a velocidad supersónica y pruebas de Sicofonia (fenómenos de voz electrónica. EVP) todo tipo de sonidos, murmullos y voces. Ruego que todo lo que le regalo, caiga en sus manos, y no se pierda . Esta es mi última misión . Agradezco infinitamente su atención y solo espero se comunique conmigo". Después de visitarla, escuchar su historia y ver las evidencias, decidimos comenzar la investigación.

¿Quién es Grise?

Griselda Fernández Sánchez (Grise; asi la llaman cariñosamente familiares y amistades) nació el 11 de Junio de 1955 en la ciudad de la Habana, Cuba. Nos cuenta de su niñez:

“Tuve unos padres que me dieron todo el amor que necesitaba, nunca discutían. Tenía tíos y tías que vivieron en la esquina misma de la cuadra. Nos visitábamos a diario. Jugaba mucho con mis primos y los niños de mis vecinos en espacios abiertos. Yo era la niña más pobre del barrio y vivíamos en una pequeña casa o solar (cuartería). Las madres de mis vecinas, como tenían más que yo, trataban que no jugaran conmigo. Yo jugaba también con mis amigos ‘invisibles' debajo de la mesa de comer. Mis padres fueron personas honradas y educadas pero muy pobres. Mi padre trabajaba haciendo ladrillos de construcción y mi madre solo aprendió a leer y a escribir, ayudaba a mi abuela a lavar ropa a mano. Yo le tenía mucha lástima a mi madre. Más tarde, la vi cosiendo después de pasar un curso elemental de costura. Terminó siendo una excelente diseñadora de vestuario en el barrio.”

“De joven me mudé con mis abuelos maternos. Mi mayor placer era dibujar. Dibujaba cosas, caras, animales y darle color. Esa era mi vocación. Estudie pintura en la Escuela de Artes San Alejandro. La escuela quedaba a ocho cuadras de la casa de mis abuelos. Al mismo tiempo, cursaba el primer año en la Secundaria Básica. Alternaba, por la mañana el colegio y por las tardes las artes plásticas. Cuando terminé el octavo grado me hice maestra, pero renuncié el primer día por el comportamiento de los estudiantes. No tengo un carácter fuerte, soy débil.

A los quince años de edad, como no tenía novio, mis amigas y mis padres me preguntaban el porqué. Para complacerlos, especialmente a mi madre, escogí a un amigo con miras de casarme. Contraje matrimonio en Abril de 1971. Siempre pensé en tener un hijo y así ocurrió.

Mi hijo nació el 8 de Junio de 1972 en la Habana. En aquel tiempo vivíamos en la casa de mis suegros.”

Experiencias Paranormales.

“Mi primera experiencia, que considero paranormal, me ocurrió cuando estaba preparando para celebrar el primer año de mi hijo. Ese día me encontraba enferma y alrededor de las ocho de la noche subí a las habitaciones porque me sentía mal. Me acosté en la cama y cerré los ojos. De pronto, algo me rozó el brazo. Al abrir los ojos, vi a dos hombres vestidos de enfermeros con una camilla vacía. Al instante desaparecieron. Me causó un impacto tan grande, que baje la escalera gritando que había dos hombres dentro de la casa. Todos se movilizaron, hasta los vecinos buscaron en las casas aledañas, pero no los vieron. Nadie los vió. Al día siguiente, mi abuela quería llevarme a Emergencia del Hospital Materno, pero fui sola. Cuando me llevaban para hacerme una operación de Parascopía, vi a dos enfermeros con una camilla. Eran los mismos que había visto, en la experiencia, la noche anterior al lado demi cama cuando me rozaron el brazo. Fui operada con 14 puntos y así todo le celebramos el cumpleaños a mi hijo.”

“Otra interesante experiencia paranormal me ocurrió en 1981. Fui con una amiga en busca de Cary. Siempre salíamos las tres juntas. Al llegar a su casa nos encontramos a su madre llorando desesperadamente porque Cary se había ido y no sabía de ella. Esto nos conmovió mucho. Quizás, para consolarla le afirmé que antes que anocheciera le entregaría a su hija. No sabíamos adonde se encontraba pero se lo garanticé. Cuando salimos de la casa, mi amiga me dijo sorprendida, como le garantizaste devolvérsela si no sabíamos adonde estaba Cary.

Nos montamos en un autobús que nos dejó en el centro de la Habana. De ahí, caminamos al paradero de ómnibus que se dirigían hacia las playas de la Habana del Este. Después de recorrer varios kilómetros de playas, decidí bajarnos en una parada. En esa esquina había una cafetería. Caminamos unos cinco pasos llegando a la misma esquina de la cafetería y doblamos.

Ahí mismo, para nuestra sorpresa, nos encontramos con Cary, la que exclamó: Grise, ¿Cómo me encontraste? Nadie sabe que estoy aquí, exclamó. En ese momento la reprimimos por lo que estaba sufriendo su madre. Nos dijo que había conocido a una persona y habían rentado una casa en la playa. No se despidió ni le informó nada a su familia porque su padre no admitía su relación. Yo le dije: Vamos a tu casa rentada, recoges tus cosas y regresamos, si quieres con tu pareja, a tu familia. Yo me encargo de persuadir a tu padre, y así lo hicimos.

Regresamos antes de caer la noche y le entregué la hija a los brazos de su madre. Conversé con su padre y aceptó la relación. Después de este incidente comprendí que algo desconocido siempre obraba en mí. Este episodio me hizo recordar varios sucesos paranormales que experimenté años atrás, como cosas que decía y luego se cumplían. Yo siento, que después del año 1980, mi vida experimentó un gran cambio”.

El 4 de Febrero de1997, a los 41 años de edad, llega junto con su madre a los Estados Unidos como refugiada política, ya que fue sentenciada a 15 años de cárcel como opositora al régimen de los Castros.

En el Hospital Jackson Memorial le hacen un examen ultrasónico y le informan que en una zona del cerebro tenía un tumor calcificado. También otro tumor calcificado en un pulmón por causa que fumaba desde los 16 años de edad hasta el día de hoy. Ya, a los 21 años, le habían operado el seno derecho de un nódulo benigno. Un cirujano especialista le informa que no quería, por el momento, operar los tumores y prefería darle seguimiento cada tres meses con pruebas de Resonancia Magnética (RM) Pero, si apareciera otros problemas entonces si la operaba. También le recomendó un Electroencefalograma y un Sonograma para los riñones.

Avistamiento de OVNIS.

“La primera vez que vi un OVNIS fue cuando tenía catorce años, en 1969. Recuerdo que era invierno, ya era de noche, y estaba saliendo de mi escuela. Era blanco, en forma de media luna, de unos setenta metros o más de ancho. Estaba situado a pocos metros del suelo sobre un árbol. Salí corriendo con mucho miedo, instinto de sobrevivir que tenemos los seres humanos. Corrí espantada hasta la casa de mis abuelos, que estaba a solo unas siete cuadras y me refugié debajo de mi cama indicándoles que miraran al cielo. Todos salieron a mirar, pero no vieron nada”.

“La segunda vez fue en Miami, en 1998. Vivía en el sexto piso de un apartamento, con un balcón muy amplio. Mirando el paisaje desde el balcón, observé un punto claro que no se movía. Pensé que no era un avión, porque así estuvo unos minutos. Hasta que comenzó a moverse en forma muy rápida haciendo círculos en todas direcciones. De pronto, entró en una especie de nube. A los pocos segundos, volvió a salir de la nube y desapareció. Al principio tuve miedo porque pensé que fuera un avión que se había caído, pero al día siguiente la prensa informó del avistamiento en varios lugares presentando un video, que alguien filmó en New York”.

“La tercera vez, fue en el 2013. Ocurrió en el apartamento en que vivo actualmente. Estaba sentada en el balcón, era de noche. Sentí como si me voltearan la cabeza hacia arriba y ahí estaba, muy cerca de mí. Era una cápsula oscura, no tenía luces. Tendría unos quince metros de largo, no era estrecho, era ancho. Semejante a los OVNIS conocidos en forma de “tabaco”.

Sería la mitad de un “tabaco”. Después de observarlo, algo tiene que haber sucedido, por dos razones: La primera, es que hubiera podido filmarlo con mi cámara que tenía a mano. La segunda, fue que me acorde del avistamiento 24 horas más tarde. Me pregunto: ¿Qué hice durante ese tiempo? No lo sé, no recuerdo. Sé que tenía una forma de cápsula oscura y estaba muy cerca de mi cabeza”.

La Abducción.

Grise describe su experiencia: “Quizás he sido abducida varias veces, pero ésta es la que recuerdo.

Una noche de verano, en Julio del año 2012, me despierto y veo que mi cuerpo estaba inmóvil en posición horizontal. No podía abrir los párpados de mis ojos, pero si podía ver a través de ellos. No puedo decir que estaba en mi cuarto o en mi cama, solo que me encontraba en un espacio abierto con una luz blanca. Había un cuerpo, no humano, erguido a la altura de mi cintura. Solo pude distinguir su torso, sus brazos y sus manos. Sentí que había otros, uno a mi derecha y otro a mi izquierda. No le pude ver sus cabezas. Sus torsos eran largos y sin vellos.

Tenían una piel muy fina, casi transparente, y de un color entre crema y gris muy pálido y claro. Si tuviera que compararlo, diría que eran semejantes a las lagartijas. Sus brazos, como los humanos, eran igualmente delgados y largos. Nunca pude verles sus piernas. Me concentré en tratar de verles sus rostros, sobre todo el que estaba erguido a la altura de mi cintura, sin éxito. No sentía miedo, absolutamente ningún miedo, solo una infinita curiosidad.

De pronto, pude observar a través de mis párpados al que tenía a mi cintura inclinarse con sus brazos y manos hacia mi cabeza. En ese momento pude ver bien sus dedos, sin uñas, como si tuvieran guantes quirúrgicos. No vi que sostuviera ningún instrumento quirúrgico.

Lo que sentí fueron sus manos, no sé de qué manera, entraron en mi cráneo hasta la masa cerebral. En ese momento debieron insertarme el implante. Puedo asegurarle que esta situación fue incómoda y algo desagradable, pero no dolorosa. Recuerdo que estaba consciente y podía sentir esta experiencia. Paso un minuto, más o menos, y cuando desperté me encontraba, boca arriba, en mi cama. Podía moverme y mis brazos estaban a lo largo de mi cuerpo. Como padezco de retinitis, no puedo dormir boca arriba, ni sobre mi brazo izquierdo.

Solo puedo dormir de lado sobre mi pierna y brazo derecho. Sin embargo, cuando deje de verlos pude moverme y estaba boca arriba. No entendía nada. Yo tengo que dormir con un antifaz, totalmente en la oscuridad, y cuando desperté no lo tenía puesto. Me levanté y comencé a buscarlo, encontrándolo en el piso de mi cuarto. Cuando pude analizar lo que me había ocurrido enloquecí, porque no entendía nada. Siempre he tratado de aplicar la lógica a todo. Pensé que, aunque no me creyeran, necesitaba hablarlo con alguien. Esa tarde me encontraba sentada en la puerta de mi apartamento fumando, llegó mi vecino, se acercó y me dijo ¿Porque lucía diferente? Y le conté mi experiencia. Me respondió que había tenido una experiencia del Cuarto Tipo y me habló de ángeles, arcángeles, etc., o sea, que eran mensajeros de Dios. Ahí comenzó mi antes y mi después, nadie me entendía. Trate de documentarme leyendo y aprendí que eran los “grises”, que operan en grupos de tres, que no tenían cabezas ni piernas y que fueron proyectados por los “rectilíneos” para hacer su abducción.

Unos meses después, fui a mi médico, con el que tengo magnífica relación humana y le conté mi abducción. Le pedí que me hiciera una prueba de Resonancia Magnética (RM) para conocer si había algo más, que el tumor, en mi cerebro. (Grise ya tenía un tumor, que se había calcificado, en su cerebro). Me lo hicieron en Septiembre de ese año. Al siguiente día, me informaron que fuera lo antes posible porque ya tenían los resultados. Me dijeron que, con respecto al tumor cerebral podría tener 20 o más años y que, aparte del tumor, el médico y los técnicos que hicieron la prueba habían encontrado algo más que no sabían que podría ser”.

El reporte final de la prueba de Resonancia Magnética (RM), hecha en Septiembre 30 del 2013, indica:

Hay una masa en la señal periférica, homogénea, identificada en la parte izquierda del lóbulo frontal, con una mayor dimensión sagital de 2.8 cm, su mayor dimensión transversal es de aproximadamente 1.5 cm. No se ve otras lesiones de masa. Se sugiere, una correlación con la RM con y sin contraste para una evaluación más a fondo, como se indica.

Debo indicar que el Lóbulo Frontal, también llamado Broadmann 10, procesa la información de nuestros 5 sentidos (Vista, Lengua, Oído, Olfato y Órganos Sensoriales), las Funciones Ejecutivas, Pensar, la Planificación, la Organización, y Solución de problemas, el Control Emocional, la Conducta y la Personalidad. El lugar perfecto para un implante ET.

Implante aumentado