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La generación de estudiosos de la ufología que se inicio con una fuerza inusitada en los finales de los años 60 va desapareciendo poco a poco. En los últimos años son varios los nombres conocidos que nos han dejado, Jorge Eduardo Anfruns, Carlos Muñoz, y recientemente Luis Riquelme Cáceres. Cada uno en lo suyo aportó un grano de arena en esta materia tan controvertida como son los Ovnis, y pensamos que a pesar de las diferencias de planteamientos en muchos casos, siempre estuvieron unidos por la misma inquietud. Los no identificados.
Inquieta saber que hay poca renovación con savia joven. Hoy en día son otros los intereses, la tecnología ha dejado sentado en los escritorios a muchos, y si agregamos que el mismo tema ha tenido una decaída significativa, no sólo en avistamientos con asideros serios - no los cientos de grabaciones de Internet, muchas anónimas - creemos que estamos en una situación crítica para el futuro.
Lo dijimos hace unos años atrás y está sucediendo poco a poco. Cada desaparición de un amigo investigador nos duele y nos hace reflexionar, pues a pesar que la muerte es algo tan natural, y lo mencionamos en el transcurso de nuestras vida muchas veces, siempre nos resulta difícil de aceptar que no veremos más a nuestros amigos relacionados con los Ovnis.
Estamos triste no cabe duda en estos momentos, pero hay que seguir pues la inmortalidad no es posible y además sería bastante aburrida, pero en este leve paso por esta vida tratemos de dejar un aporte positivo, como lo han hecho quienes se nos adelantaron en dejarnos… estemos de acuerdo o no con sus planteamientos en vida, los recordaremos siempre.
Equipo Redacción
IIEE de Chile |
