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CRÓNICAS Y LEYENDAS DE CHILE
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Siempre se ha dicho que Chile es un país “mágico”. Leyendas de brujos, barcos fantasmas, entes deformes, y sucesos inexplicables se han insertado en nuestros genes desde tiempos inmemorables. Aunque hoy en día, no hay tiempo para prestarles la debida atención, estos recuerdos siempre afloran cuando nos centramos en nuestros temas, y es así como muchas personas recuerdan anécdotas y vivencias que han permanecido en su memoria.
Esta vez no ha sido excepción. Es así como un lector habitual nuestro, nos ha hecho llegar unas vivencias grabadas en audio de su abuelita, la Sra. Raquel Henríquez Henríquez, que de primera mano nos ha recordado un mundo mágico, inexplicable, incomprendido por muchos niños de antaño que compartían con sus mayores. Son recuerdos vivos, claros, con detalles e incluso añadiendo costumbres habituales de su entorno en los años 50 y que eran aceptados con toda naturalidad, y que hoy nos resultarían extraños e incluso bastante incomodos, en una sociedad que hoy es totalmente distinta a la de los años 50.
La Sra. Raquel, pertenece a la etnia diaguita, Ella nació aproximadamente en el año 1942 pero no la inscribieron inmediatamente en el registro civil, así qué es un año aproximado. Se crío en el interior de Combarbalá en un pueblo llamado el "Huacho" sus vivencias son desde los años 1950 en adelante, por esos años había bastante lluvia y muchos prados y vegetación en aquellos parajes, hoy en día es totalmente desértico.
Pero vamos a su relato. Esperamos que este resumen sepa llegar a todos nuestros lectores e incorporar su audio en letras. Hemos tratado de estar a la altura de las circunstancias.
CONTACTO CON EL TUE TUE
La niña Raquel tenía unos 8 años y recuerda la convivencia con sus tías Aurora, muy autoritaria, y la casi infantil y bromista tía Mercedes. En las tardes recuerda charlas familiares alrededor del fuego que duraban hasta la noche, y la fogata donde se realizaban las exquisitas tortillas de rescoldo, en un fuego el cual sus cenizas servían para envolver la masa luego limpiarla y comerla a trozos. También la familia confeccionaba quesos y mantequilla casera. La nata de la leche era batida con sal, se le sacaba la corteza que era dada a los gatos, y quedaba una mantequilla casera. En aquellos años no se acostumbraba a cocinar con aceite sino la manteca que era imprescindible.
Era común escuchar el graznido de una siniestra ave, que según lugareños y la familia de la niña Raquel se reconocía como el Tue-Tue. Este causaba respeto en algunas personas y otros no tanto, pero si todos concordaban que era un brujo que tomaba la forma de un pájaro y se mostraba de aquella forma. Este siniestro personaje tiene registro en muchos otros lugares de nuestro alargado país. |
Una noche la bromista tía Mercedes al escuchar el graznido de aquel pájaro, alzó la voz y le dijo “Ven mañana, te regalaremos una tortilla de rescoldo y un queso”. En aquel momento nadie le prestó atención a sus palabras, pero al otro día a eso de las 17,00 horas tocaron la puerta de casa y se presentó un viejillo. Al principio todos pensaron que era un “andante” (hoy sería un mendigo) la tía Aurora de inmediato pensó en darle unos porotos que quedaban en la cocina, pero el viejillo dijo: Vengo a buscar algo que me ofrecieron”
En este punto, Doña Raquel hace mención presta que ella vio al viejillo con sus propios ojos.
Ante esta situación la tía Rosa presente, de inmediato capto la situación y enfrentó a la Mercedes quien era conocida por sus bromas. De inmediato invito a entrar el viejito a casa, y este se negó, pero permaneció sentado en una piedra fuera de la casa.
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Había queso en casa, pero tortilla no, por lo que de inmediato se pusieron todas las manos a trabajar, amasar, leña para el fuego y se cocinó una tortilla para cumplir lo que la tía Mercedes había expresado el día anterior. Una vez terminada, se envolvió la tortilla junto al queso y se le entrego al viejillo quien les expreso que eso no se hacía y que por ahora nada les sucedería, pues lo habían tratado bien (le habían servido mate)
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Doña Raquel recuerda un mundo rural muy relacionado con la creencia de los brujos y es así como evoca que al tiempo después de lo relatado anteriormente “botaron un brujo” pues se encontró en el camino rural una gran bosta de vaca (montón de caca) y que fue retirada por personas que ella no conocía, pero sí, se comentaba entre los pobladores que un brujo quizás con mayores poderes había “botado” al que se convirtió en desperdicio fecal. Estas situaciones eran asumidas por casi todos los habitantes del lugar.
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