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AVENTURA – EXPLORACIONES
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LAS VIRGENES DE LOS CENOTES
Chichén-Itzá
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La leyenda de los sacrificios humanos a los dioses por parte del pueblo maya, y otros pueblos antiguos de Centroamérica, han generado una gran cantidad de literatura. Precisamente Diego de Landa en el año 1566 escribió un libro titulado: " Relación de las cosas de Yucatán ", donde aportaba una serie de datos respecto a esta actividad por parte de los mayas. Muchos investigadores no se tomaron en serio estos relatos, que según Landa estaban rescatados de textos antiguos y crónicas orales que se habían mantenido entre los pobladores de la zona.
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El investigador americano Edward Herbert Thompson, quien le guiaba una fe ciega en descubrir la veracidad de estos sacrificios humanos a los dioses, se interesó sobre este pozo de Chichén-itzá en un viaje que realizó a la zona en el año 1885. Thompson se ganó bien merecido el apodo del "Schliemann de Yucatan", (haciendo alusión al esmero del descubridor de la ciudad de Troya).

En el territorio de Chichén-itzá, cuyas ruinas cubren una superficie de 5 kilómetros cuadrados se encontraron dos pozos, que constituyeron el primer estimulo para fundar la ciudad; en esta zona no hay ríos ni lagos. El pozo o cenote, palabra que proviene del maya (tz × onot) se encontraba al sur de la ciudad, servía exclusivamente como fuente abastecedora de agua potable, y el otro al norte, el "Cenote Sagrado" era consagrado al culto del dios de la lluvia, puesto, que tanto los mayas como los toltecas creían que la sede de este dios era el fondo del pozo de agua. El Cenote Sagrado, unido con el templo mayor de Chichén-itzá por un camino para procesión, empedrado de 300 metros de largo y seis metros de ancho es un orificio ovalado que mide unos 50 metros en su diámetro mayor, sus paredes caen verticalmente unos 20 metros hasta el nivel del agua que es de color verde sucio, y cuya profundidad es a su vez, de otros 20 metros .

Mucha gente de la época irónicamente se reía de las pretensiones de Thompson, quien estaba convencido que la única manera de comprobar si este pozo había recibido en sus profundidades los cuerpos vírgenes de jóvenes doncellas, con los correspondientes regalos a sus dioses, era llegar a descubrir en el fondo de las sucias aguas del pozo restos y vestigios de estos sacrificios.

PRIMERA EXPLORACION DE THOMPSON AL POZO SAGRADO.

En el año 1904 luego de sortear innumerables obstáculos burocráticos comienza Thompson sus primeros trabajos de investigación en terreno. En la ciudad de Boston había aprendido buceo y ayudándose de poleas y cuerdas prepara sus primeras inmersiones. Sus sensaciones quedaron registradas en su diario de trabajo, que es fuente inestimable para sentir e imaginarse en parte lo que puede sentir un investigador trabajando de corazón.

Thompson escribe:

"Dudo que alguien pueda imaginarse la emoción que yo experimenté cuando cinco hombres montaron la draga, que extendía sus garras sobre el agua negra y por un breve instante quedó suspendida en medio de aquel oscuro pozo, para deslizarse luego hacia las aguas serenas. Tras unos instantes de espera, para dar tiempo a que los garfios mordiesen el lodo del fondo, los obreros hicieron maniobrar las poleas y los cables de acero quedaron tensos por el peso de la carga que subía. Una vuelta a la polea y la draga descargaron en la plataforma un montón de restos informes de color castaño oscuro, madera podrida, follaje, ramas rotas, etc. Después se balanceó hacia atrás y quedo de nuevo colgada en posición para ir en busca de otra carga. Día tras día siguió el trabajo sin que ocurriera nada nuevo. Yo empezaba a ponerme nervioso durante el día, y por la noche no podía conciliar el sueño.

¿Es posible me preguntaba, que haya podido ocasionar a mis amigos tantas molestias para después exponerme al ridículo y demostrar que tenían razón quienes afirmaron siempre que tales leyendas no son más que cuentos fantásticos sin ningún fundamental real?..."
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Llegó el día en que Thompson encontró dos trozos de color blancuzco amarillento, pegajosos como resina. Los acercó al fuego y observó que despedían un perfume aturdidor. Eran trozos de incienso que quemaban los sacerdotes mayas en sus ritos. Luego comenzó a salir a la luz del día un objeto tras otro, todo lo que él había esperado, instrumentos, joyas, vasijas, puntas de lanzas, y cuchillos de obsidiana y platillos de jade. Y por último, el primer esqueleto de una joven. Por lo tanto, Diego de Landa tenía razón.

Aún faltaba la parte más dura del trabajo. La grúa recogía cada vez menos objetos. Finalmente extrajo sólo algunas cuantas piedras. Thompson vio llegar el momento de buscar con las manos lo que los dientes de draga ya no podían apresar de las grietas y hendiduras.

Thompson escribe al respecto:

"Un buzo griego, profesional, de nombre Nicolás, con el cual yo lo había convenido todo de antemano, vino de las Bahamas. Traía consigo su ayudante y juntos hicimos nuestros preparativos para la exploración submarina.

Una vez instruido el personal sobre el empleo de los bombeadores de aire, de los cuales dependía nuestra vida, y en la interpretación de las señales que les haríamos desde el fondo, nos pusimos los trajes de goma y las escalafandras de cobre provistas de ventanillas de cristal y válvulas neumáticas. En el cuello llevábamos cadenas de plomo casi tan pesadas como los cascos y en los pies calzados de lona impermeable con gruesas suela de hierro. Luego que cada uno de la tripulación se había despedido de mí, me solté de la escalera y caí como un tronco de plomo.

Durante los tres primeros minutos de inmersión, los rayos de luz iban cambiando de amarillo al verde, y después a un negro púrpura; luego la oscuridad más completa. Resultó extraño pensar y darse cuenta de que yo era el primer ser vivo que había llegado al fondo del pozo, con intención de salir de nuevo vivo a la superficie.

Luego bajó el griego y se puso a mi lado. Disponía de un reflector submarino y de un teléfono a prueba de agua. Pero después del primer ensayo los hizo izar a la superficie. El medio en que nos movíamos era una especie de caldo impenetrable a los rayos de luz. Nos veíamos por lo tanto, forzados a trabajar en una completa oscuridad. El pozo forma un óvalo cuyo diámetro más largo mide unos 60 metros . El desnivel entre el suelo de la jungla y la superficie del agua oscila entre 20 y 24 metros . Calculo que la profundidad total entre fango y agua era de 20 metros . A unos 9 metros se llegaba a una capa de fango lo suficientemente espesa para poder soportar ramas y otros residuos.

Mientras que buscábamos todo lo que la daga no había podido extraer, de vez en cuando se derrumbaban sobre nosotros bloques de piedras, movidos de repente por el agua Pero no era tan terrible como parece; en el momento de caer las masas de rocas, mucho antes que nos alcanzaran, sentíamos la presión del agua que les precedía y nos apartaba. Era como una almohada gigantesca la que nos lanzaba suavemente hacia el costado.

En lo que se refiere a resultados de nuestros buceos y de la búsqueda con la draga en el Pozo Sagrado, que se realizó en los años 1904 y 1907, lo primero y más importante que pudimos demostrar fue que la tradición sobre la fuente sagrada es auténtica en sus rasgos esenciales. Encontramos gran número de figuras esculpidas en jade y planchas de oro y de cobre con labor de realce, copal y trocitos de incienso, muchos restos de esqueletos, lanzas con puntas bellamente trabajadas, tanto de pedernal como de obsidiana, y algunos restos de tejidos antiguos, todo lo cual representaba gran valor arqueológico. Entre todo ello había piezas de oro puro, fundidas, repujadas y grabadas. Pero la mayoría de los llamados objetos de oro eran aleaciones de calidad secundaria con más cobre que oro. El valor fundamental radicaba en los signos simbólicos que ostentaban fundidos, grabados o repujados".

SEGUNDA EXPEDICION AL POZO SAGRADO

Thompson este pionero en la exploración del Pozo Sagrado murió en los años 1935, aunque su llama quedo encendida y el interés al respecto de este lugar lo retomaría 50 años más tarde otra expedición, identificada con las siglas CEDAM, formada por el Instituto Nacional de Antropología, La Sociedad Nacional de Geografía y el Coronel John Craik, quien realizó una serie para la televisión llamada "EXPEDICIÓN". En 50 años la técnica aporta nuevos medios para la investigación y es así como se gesta otra exploración al Pozo Sagrado.
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Este nuevo trabajo cuenta con la mayoría de los buzos en la especialidad de ingenieros, con excepción de dos hombres ranas de la Armada mexicana. Se construyó una especie de ascensor el cual trabajaba en base de presión tubular aliviando en gran medida las labores de extracción de material del fondo del pozo. Esta nueva expedición estuvo bastantes días y horas tratando de extraer algunos restos valiosos y testimoniales de los ritos que se habrían realizado en este lugar. Cuando ya la decepción en el grupo esta cundiendo dado que solo se extraía cieno y rocas, una tarde Norman Scott apareció sonriente ya que traía los primeros descubrimientos de la expedición. Consistían en un cubo de lona, y un incendiario lleno de incienso de copal.

Pero el acierto de esta labor fue extraer de las sucias aguas del Pozo Sagrado una estatuilla maya desfigurada por su prolongada inmersión en el agua. Esta figura estaba realizada en puro caucho mil años antes; los mayas la habían confeccionado para que se ofrendará al dios de la lluvia en el fondo del Pozo Sagrado. Posteriormente se encontraron campanillas de oro y joyas de obsidiana, jade y cristal, todo un tesoro arqueológico para su estudio.

TERCERA EXPEDICION AL POZO SAGRADO.


El arqueólogo Román Piñachán, del Museo Nacional de Antropología de México, en colaboración con el ya nombrado Norman Scott y Pablo Bush Romero representantes de Expeditions Unlimited Inc., y el CEDAM respectivamente, son todos ellos responsables de una nueva expedición al Pozo Sagrado.

En dicha exploración se empleó primero el bombeo para abatir el nivel del agua, cosa que se logró hasta una profundidad de aproximadamente cinco metros. La idea de vaciar el pozo fue abandonada ya que posiblemente interferiría en los abastecimientos de agua que proveen a toda la península de Yucatán. Norman Scott aplicó sus conocimientos de filtraciones y purificación de aguas en piscinas de natación y se procedió a bombear el agua sucia, para luego devolverla limpia y cristalina al estanque. Para realizar esta enorme labor se recurrió a una empresa privada especializada en productos químicos, llamada Purex Corporation. De esta manera se logró que los buzos tuvieran una visibilidad de hasta casi 10 metros de profundidad, en contraste con los problemas que se encontró Thompson en su primera expedición al Pozo. Los resultados fueron que se logró investigar la parte del Pozo que no había sido estudiada, logrando una gran cantidad de objetos, especialmente vasijas, que seguramente aportaran nuevos datos respecto a otros períodos en la historia de Chichen-itzá.

Como toda investigación, sea esta en el campo que sea, resulta tediosa y muy sacrificada su gestación, más aún su realización, y sin pensar en poder sacar conclusiones concretas sobre lo que se encuentra en un breve tiempo de estudios. Sería un incauto creer que el relato de una investigación es entretenido, y mucho menos comercial, pero si queda para la posterioridad que el espíritu de Edward Herbert Thompson, lleno de fe y entusiasmo, es necesario para este tipo de trabajo. La leyenda de las vírgenes sagradas ofrecidas a los dioses adquirió una realidad incuestionable y desde esos momentos conocemos nuevas vías de investigación para saber realmente como el pueblo maya interpretaba la vida y el universo que los rodeaba.

ALGUNOS CONCEPTOS A TOMAR EN CUENTA

Según Sigurd von Wurmb, Quetzalcóatl era el hijo del dios celeste Mixcóatl (Serpiente de las Nubes) y de la diosa terrestre Chimalman (Escudo Acostado) El significado de Quetzalcóatl, a igual que los vocablos Kukulcán, en Yucatán, y Kucumatz en Guatemala, sería "Serpiente cubierta de plumas verdes del quetzal".

Según la tradición Quetzalcóatl fue elegido por los toltecas, después de la muerte de su padre, rey-sacerdote del reino mítico de Tollan. Al parecer el rey-sacerdote sería la encarnación de un divino ser, que residía originariamente en el cielo estrellado y fue relacionado como explica Krickeberg, con la estrella matutina.

El reino de Tollan (actual ciudad de Tula en el Estado de Hidalgo, en México) sufrió una terrible época de hambre y muchas guerras tribales, hicieron crear una emigración constante a otras regiones. Si a todo esto le agregamos las epidemias, y fenómenos naturales espantosos, pensamos que la emigración fue masiva y muy constante. Quetzalcóatl, habría sido uno de estos emigrantes a la cabeza de varios pueblos y habría llegado a la península de Yucatán luego de una marcha de 1.200 kilómetros . Este cambio de lugar se confirma por la similitud de monumentos de Tula y los de la cuidad de ruinas de Chichen-itza en Yucatán, región de la cultura maya clásica.

Quetzalcóatl, o Kukulcán para el pueblo maya habría sido un reformador político y religioso, y sus enseñanzas y leyes fueron mejor aprovechadas por mayas, que anteriormente por los habitantes de Tollan. Aunque Quetzalcóatl combatió a los mayas y sometió a muchos pueblos, esta comprobado que fusionó ambas culturas. Enseñó a los mayas la artesanía tolteca y reflejó en la construcción de sus templos la cultura maya, siendo aceptada y asimilada con el paso del tiempo por estos y muchos otros pueblos menores que seguramente participaron voluntariamente, o como esclavos de guerra a la grandeza de aquel fastuoso conglomerado de pueblos.

Muchos principados independientes como Uxmal, Sisal, Izamal, Cabul, Ticul, Tecax, y también Chichén-Itza, eran lugares hermosos, rodeados de prados y bosques. Un camino largo, pedregoso, y muy bien cuidado, unía el Pozo Sagrado con el Templo donde esperaban las vírgenes adolescentes su sacrificio a los dioses de la lluvia, quienes habitaban los fondos de estas lagunas naturales. Muchas familias nobles mayas de Yucatán, así como la de los antiguos aztecas de México, tenían la costumbre de enviar a sus hijas a las "escuelas" de los templos, donde se educaban, y allí, bajo la vigilancia de viejas matronas permanecían hasta la edad de trece o catorce años, en una vida metódica y tranquila, casi conventual. A esa edad las recogían sus padres para devolverlas a la sociedad y a una vida normal; pero algunas de ellas quedaban toda su vida en las "casas de las monjas", como vírgenes del templo y sacerdotisas, para vigilar el servicio, alimentar a los dioses, y mantener el fuego sagrado

Chichén-Itza poseía también una de estas "casas de monjas", y por cierto las más hermosa y la de más prestigio. Para las vírgenes adolescentes era todo un privilegio ser elegidas entre muchas otras jóvenes para ser inmoladas a los dioses y, aunque en estos tiempos modernos nos parezca algo brutal e inhumano, se debe analizar dentro del contexto de la época y la visión del mundo de estos antiguos mayas. Tampoco debemos rasgar investiduras ya que en nuestros tiempos modernos, existen religiones y creencias que exigen inmolaciones para llegar al Paraíso, y el ser humano continua matando en nombre de los dioses.

Foto: Casa de las Monjas
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DISCREPANCIAS SOBRE SACRIFICIOS EN LOS CENOTES
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NUEVAS REVELACIONES INDICAN QUE LOS MAYAS SACRIFICABAN NIÑOS

Noticia: Yucatán Ahora – 13.Diciembre.2009
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El sacrificio humano entre los mayas precolombinos es más antiguo y complejo de lo previsto, practicado principalmente en niños, quienes eran arrojados al Gran Cenote Sagrado de Chichén Itzá quienes eran violentamente tratados antes y durante el proceso de la muerte.

El investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Guillermo de Anda Alanís, aclaró que al estudios las osamentas extraídas de este de cuerpo de agua se corroboró las diversas formas de sacrificio practicadas, como es la extracción del corazón, el desollamiento, la desarticulación, y la descarnación, e incluso, hay huellas de cocción así como de antropofagia.

Mientras que en el centro del país, los sacrificios para dios Sol, en la región n noreste de Mesoamérica el culto era para las deidades del inframundo, es especial, Chaac, dios de la lluvia.

Aseveró que el sacrificio humano asociado a cenotes fue una prolongada práctica cultural en Yucatán, e incluso, las crónicas históricas del período de la colonia así lo establecen.

Mencionó el caso de Fray Diego de Landa, en la Relación de las Cosas de Yucatán, donde establece el combate contra la idolatría, entre ellas, el sacrificio humano.

Comentó que en documentos históricos se establecen diversas formas de sacrificios rituales en los cenotes, principalmente, en el norte de de la Península de Yucatán.

El 93 por ciento de los sacrificios mencionados en los documentos de Sotuta y Homún-Hocabá se realizó la extracción del corazón y cuatro de cada cinco se depositó en algún cenote.

Las víctimas de muerte ritual eran, predominantemente, niños entre los seis y los 12 años de edad.

Anda Alanís expresó que con la muestra esquelética recobrada en el Cenote Sagrado, en 1961, se buscaba indicadores esqueléticos de violencia en el momento de la muerte.

Detalló se trabajó con 78 niños y jóvenes así como con 45 adultos, y de éste último grupo, el 68 por ciento es masculino. Las osamentas corresponden a los periodos Clásico y Posclásico.

Mencionó que del total de niños registrados, en 25 de ellos se registró algún acto de violencia en el momento de la muerte, o con tratamientos póstumos.

Cuestionado sobre la antropofagia, el especialista remarcó que el canibalismo también formó parte del ritual de la muerte, además que se trató de una actividad extendida en Mesoamérica.

Reconoció que el tema del sacrificio humano es uno de los temas "menospreciados", sobre todo, en el contexto de los cenotes.

Aclaró que con éstos hallazgos se derriban mitos, como el que establece al Gran Cenote Sagrado cómo sitio ideal para el sacrificio de doncellas.

Nuevos hallazgos

Comentó que como parte del Proyecto Chichén Itzá: Estudio de la comunidad Clásico Tardío (600 - 900 dC), se detectó que en el sitio hay siete cenotes, de los cuales, en tres de ellos se hallaron osamentas, cerámica y otros objetos labrados.

El especialista en arqueología subacuática estableció que en este contexto in situ que hay en estos tres cuerpos de agua se conocerá la dinámica social, es decir, la vida cotidiana de los mayas, antes del debacle económico, político y social.

Para realizar este trabajo se utilizó equipo con tecnología de punta, para mantener el contexto subacuático original del lugar, por lo que se tiene un mosaico de fotografías.

El contenido del interior "es una copia de lo que se tiró en el Gran Cenote Sagrado, pues aparecen objetos similares", concluyó.
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Buzos e investigadores de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) encontraron en un cenote cercano a la zona arqueológica de Chichén Itzá huesos de niños mayas que supuestamente fueron parte de los sacrificios en honor a los dioses, pero con la característica de que muestran algunas huellas de violencia.

Para lograr el hallazgo, los espeleólogos tuvieron que descender primero 20 metros a profundidad en forma vertical y posteriormente otros 30 metros más, en forma horizontal, para toparse con un cementerio humano en el fondo del cenote, cuya ubicación no darán a conocer para evitar saqueos o perjuicios a los trabajos de averiguación que continuarán en los próximos meses.

Esta es la primera vez que el hombre observa evidencias del pasado en este cenote, donde los mayas practicaron el sacrificio humano como un vínculo con sus dioses y una forma —según sus creencias— de buscar la satisfacción de ellos mismos, mencionaron.

El investigador subactuático Guillermo de Anda, de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), señaló que los mayas pensaban que la sangre del hombre era la ofrenda más valiosa que se le podía conceder a los dioses, esperando algún beneficio de este acto.

De Anda y su equipo contaron restos de por lo menos 20 seres humanos, así como otros elementos de jade, piedras labradas y cuchillos de pedernal.

Los investigadores han logrado identificar seis osamentas: dos son de niños y cuatro de adultos. También encontraron restos óseos de perros, venados y jaguares, la mayoría con evidencias de haber muerto de manera violenta.

Acerca del porqué el sacrificio de niños mayas, los espeleólogos dijeron no tener respuesta.

“Muchos de los niños que fueron arrojados al cenote tienen marcas de violencia... es posible que sean niños que murieron por causa natural y luego fueron utilizados para alguna ceremonia especial”, dijo.

En cuanto a los restos de animales, se estima que los mayas pensaban que eran quienes guiarían el alma de los muertos en su viaje hacia el más allá.

Por los objetos encontrados, existe la presunción de que los restos corresponden al tiempo clásico terminal o postclásico inicial, entre el año 900 y mil de nuestra era.

Los investigadores analizarán los hallazgos en laboratorios para establecer el sexo, la edad y la causa de la muerte de las personas.
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ERAN NIÑOS, NO PRINCESAS LOS SACRIFICADOS MAYAS

Noticia: Tabasco Hoy - 29.Marzo.2011 – Ervey Castillo

 ES UN MITO DECIR QUE OFRENDABAN JÓVENES VÍRGENES EN EL CENOTE SAGRADO DE CHICHÉN ITZÁ, ASEGURAN ESPECIALISTAS

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Tras varios meses de exploraciones de campo, el arqueólogo subacuático Guillermo de Anda Alanís con un grupo de especialistas de la Universidad Autónoma de Yucatán han llegado a una conclusión: es un mito que los mayas sacrificaban a princesas vírgenes en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá. Tras un minucioso estudio de más de 20 esqueletos humanos al interior del fondo del río subterráneo que conduce al Cenote Sagrado, dentro del complejo arqueológico maya, el 79% de los restos óseos encontrados corresponden a infantes que, al momento de morir, tenían entre tres y 13 años de edad.

"Muchos de los niños que fueron arrojados al cenote presentan marcas de violencia alrededor de su muerte, por lo que podría tratarse de niños que primero mueren a causa de enfermedades naturales y después son procesados para alguna ceremonia en especial".

Los mayas rendían sacrificios a Chaac Xib Chac, divinidad que propiciaba las lluvias y que residía en el Xibalbá, sitio donde creían se originaba la vida. De hecho en el Popul Vu se cuenta el mito de los Hermanos Gemelos que fueron sacrificados a este dios y lanzados al agua, poco tiempo después renacieron en forma de peces, transformándose en el Sol y la Luna después de vencer a Xibalbá.

De acuerdo al especialista en antropología esquelética y catedrático investigador de la Facultad de Ciencias Antropológicas de dicha institución, de las seis osamentas plenamente identificadas, dos corresponden a niños y cuatro a personas adultas.

"La sangre del hombre era la ofrenda más valiosa que se le podía ofrecer a los dioses mayas, esperando un intercambio", señaló De Anda Alanís.

Los estudios forenses indican que, aún dentro de las osamentas adultas, más de la mitad pertenecieron a hombres. El 61% de este 21% restante corresponde a osamenta masculina.

"Hubo violencia alrededor del momento de la muerte, ya sea por el sacrificio humano o por algún otro tipo de proceso", explicó el espeleólogo.

Además del cementerio humano que encontraron, como prueba de los sacrificios que hicieron los mayas para vincularse con sus dioses, los investigadores encontraron fragmentos de jade, piedra labrada y cuchillos de pedernal.

También localizaron restos óseos de animales que corresponden a perros, venados y jaguares, la mayoría con evidencias de violencia.

"Nunca habíamos registrados huesos humanos asociados a la fauna que fuera tan evidente que hubieran sido colocados al mismo tiempo". Los mayas creían que ciertos animales podrían acompañar a los humanos y guiarlos al inframundo.

Por seguridad para evitar saqueos, el espeleólogo evitó decir el punto exacto de entrada al Cenote Sagrado.

Luego los buzos de la Universidad de Yucatán nadaron aproximadamente unos 25 metros en forma horizontal por una caverna, continuando la inmersión pero verticalmente unos 50 metros, antes de llegar al fondo del cenote.

"Aún está por determinarse la edad que tenían los cuerpos al momento de fallecer", informó el catedrático.
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FALSA LA EXISTENCIA DE SACRIFICIOS HUMANOS. MIGUEL ORTIZ.
Viernes, 08 Mayo 2009 22:22

TESTIMONIOS TENDENCIOSOS
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La existencia de sacrificios humanos masivos en Anahuak es un hecho incuestionable por la historia oficial. Igualmente incuestionable era que el planeta Tierra estaba al centro del universo o que EUA ganó la guerra en Vietnam, pero ¿realmente es cierto? ¿Quién lo dice? Para fundamentar la cada vez más débil e inconsistente idea de sacrificios humanos en México se toman como históricas principalmente las siguientes fuentes:

BERNARDINO Y DIEGO

Los testimonios de Bernardino de Sahagún, Diego Durán y Diego de Landa, todos ellos frailes católicos, predispuestos contra la religión Anahuaka; los tres ofrecen narraciones que van desde lo fantástico a lo folclórico sin olvidar los aspectos sangrientos y detalles que posteriormente le darían “veracidad a sus aseveraciones”.

Bernardino de Sahagún dijo “con unos navajones de pedernal les aserraban por los pechos y les sacaban los corazones bullendo y se los ofrecían a los ídolos que allí presentes tenían…, y de esta manera sacrificaron a todos los demás” Por su parte Bernardino de Sahagún y

Diego Durán afirmaron que los cautivos fueron sacrificados representando los Dioses de los mexicas, versión que contextualizándola en el Cristianismo es análoga a afirmar que a los cautivos para sacrificarlos eran caracterizados como si fueran Jesús.

EL OTRO DIEGO

Diego de Landa, obispo español, fue quien organizó la infame e irreparable quema de códices Mayas, declaró “dentro de ese pozo (los cenotes) habían tenido la costumbre de arrojar hombres vivos, como sacrificio a los dioses en tiempos de sequía…” En un sitio donde el agua dulce era escasa y preciada es prácticamente imposible que los mayas, los educadores del mundo contaminaran con cadáveres la base de su supervivencia, además todos sus testimonios fueron conseguidos a base de torturas, personalmente no presenció ningún sacrificio humano.
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Los historiadores basados en la palabra de supuestos testigos dicen que se sacrificaba a cientos o miles de víctimas en las grandes fiestas ¿Cómo es posible que las ciudades anahuakas estuvieran limpias y su aire fuera tan puro, si había cuerpos descomponiéndose en cantidades de cientos o miles?

Y BERNAL MINTIÓ…

Pero sin lugar a dudas el soldado Bernal Díaz del Castillo es la máxima fuente de la “existencia” de los sacrificios humanos, en su relato contenido en “Historia general de las cosas de la Nueva España” dice haber presenciado un sacrificio humano en el Templo Mayor (DF) mientras él se encontraba en Tlacopan ¡a 7km de distancia! diciendo que desde esa distancia vio a sus compañeros siendo tomados y llevados, en el centro y tomando un cuchillo de obsidiana les aserraban el pecho y sacaba el corazón latiendo y tiraban por las escaleras del templo sus cuerpos y abajo esperando jaguares para devorarlos. Analizando esta afirmación se evidencian fácilmente graves inconsistencias:

7 km. es la distancia que hay desde la estación Pullman Casino de la Selva hasta Wallmart Jiutepec, luego entonces ¿Es posible ver algo a esa distancia? Resulta imposible ver a alguien o algo, mucho menos a la mano de alguien sosteniendo un cuchillo de obsidiana y sacando un corazón humano (que es del tamaño de una manzana) y más increíble resulta la afirmación de que pudo ver que el corazón aún latía. Para haber visto que al pie de la pirámide había jaguares, un observador tendría que haber estado o dentro de la pirámide o al pie de ella y no a kilómetros de distancia.

¿CÓMO DICE QUE DIJO?

Dice que le abrían el pecho con el cuchillo de obsidiana y de allí sacaban el corazón latiendo, pero cualquier persona sabe que el corazón humano está protegido por los huesos de la caja torácica, concretamente por el esternón y las costillas. El Dr. en Etnología Peter Hassler Para sacar el corazón de alguien primero es necesario cortar el hueso de tórax, el esternón, con una sierra eléctrica, luego hay que separarlo con pinzas especiales. Si se toma en cuenta que no había sierras eléctricas en 1519, quedan las opciones de: usar cincel y martillo, pero eso puede llenar el corazón de astillas de hueso, perforándolo y destrozándolo antes de poder sacarlo; puede abrirse el abdomen y meter el brazo desde abajo hasta llegar al corazón ¿pero como removerlo de su lugar? Sólo arrancándolo y al hacerlo también se rompería y dejaría de latir, y una parte importante en la narración es “sacaban el corazón aun latiendo” ¿o no?

Adicionalmente todos estos procedimientos no pueden realizarse con un cuchillo de obsidiana y mucho menos “entre tetilla y tetilla” como dijo Bernardino de Sahagún, porque la obsidiana pierde su filo al primer corte que realiza. ¿Cómo podrían sacrificarse a cientos o miles de personas con estas técnicas tan primitivas? Sin embargo reza el dicho popular “di una mentira mil veces y se convertirá en verdad”.

EVIDENCIANDO LAS “EVIDENCIAS”

Los huesos humanos cortados o acomodados que se han hallado tampoco son evidencia de sacrificios, puesto que en muchas culturas usan cráneos y huesos con uso didáctico o ceremonial. Además no se han encontrado en Anahuak las fosas de los supuestos cientos de miles de sacrificados que hubo.

Bajo este punto de vista, si en mil años alguien encontrara un cementerio de los actuales con cientos de tumbas, podría pensar que éramos sanguinarios y que sacrificábamos en masa a nuestros semejantes colocándolos en cajas de metal y acomodándolos ritualmente para ofrecerlos a nuestros dioses.

Concluye el Dr. Hassler “mis investigaciones dan por resultado que la probabilidad de la existencia de los sacrificios humanos institucionalizados entre los mexicas y otros pueblos indios es tan pequeña que no se puede decir otra cosa que estos sacrificios eran inexistentes.”

LAS METÁFORAS

Hay códices en los que se mira a un sacrificado, mientras su corazón con alas vuela hacia lo alto ¿Por qué forzosamente debe tratarse de un sacrificio? Simbólicamente interpretado significa la renovación espiritual. También puede tratarse de una cirugía. Los médicos en la época medieval hacían sangrías a los enfermos (cortes en el cuerpo para que “saliera la enfermedad”), si vemos una pintura de esa época ¿pensamos que los médicos sacrificaban a sus pacientes desangrándolos hasta morir? No, por supuesto. ¿Por qué tan mala visión, tan poca imaginación para juzgar los códices y pinturas anahuakas? Porque la historia que repetimos una y otra vez, “la oficial” es la que han dicho que hay creer, que todo aquel que opine o piense diferente es ignorante o loco. Cuando decimos “te hablo con el corazón en la mano” ¿tenemos que morir o sacarle el corazón a alguien más y colocarlo en nuestra mano? Si hay guerra en África la llaman “conflicto entre tribus”, si es en Sarajevo se llama “problemas entre etnias”, si es en Irak es “lucha contra el terrorismo”, la interpretación de los hechos responde a los intereses creados del agresor.

Suponen que las llamadas Xochiyaoyotl (Guerras floridas) tenían como objetivo capturar prisioneros para los sacrificios, el etnólogo Frederic Hicks dice que “los datos concernientes a las guerras floridas son escasos y no justifican la generalización de que estas guerras tenían por objeto obtener cautivos para sacrificar”.

En lo referente al Juego de Pelota, la referencia a los sacrificios es muy vaga en sus fuentes, ni siquiera se conocen las reglas y objetivos del juego, puesto que ninguno de los invasores presenció nunca un juego, por tanto es incomprensible que afirmen que al finalizar el juego se matara a los perdedores.

Antes de la primera mitad del siglo pasado, la antropóloga, historiadora e investigadora Eulalia Guzmán, descubridora de los restos del último Tlatoani, el venerable Kuauhtemok, estableció mediante el análisis de fuentes históricas su postura sobre los sacrificios humanos de los aztecas, negando que éstos hayan ocurrido “son cuentos para niños, fantasía e imaginación de los españoles”.

JUSTIFICANDO LO INJUSTIFICABLE


Como los españoles en Anahuak estaban haciendo destrozos por doquier, como justificación para sus actos fabricaron información “veraz” para escandalizar y poner de su lado a los piadosos cristianos católicos, quienes horrorizados, trataron de impedir mediante mentiras, tortura y muerte que las almas de los pobre indios se fueran al infierno, ¡Pero si los indios no tenían alma! Según ellos mismos, eran similares a los animales ¿Quién les entiende? Por una parte se mantenían en Guerra permanente (las Cruzadas y similares) mientras que por otra tenían a la Perversa Inquisición asesinando legalmente a su favor. Escalofriantes sin duda son afirmaciones como “más allá del mito del buen salvaje, la América precolombina era un mundo de una bestialidad atroz, por mucho que estuviera más o menos desarrollada en aspectos técnicos.

Y la extensión de los sacrificios humanos y de la antropofagia era parte esencial de unas culturas en el polo opuesto de los derechos humanos” (de www.edicionescatolicas.com).

Los sacrificios humanos sólo existen en la mente de quienes lo crearon y quienes repiten su existencia, no en la historia real de Anahuak. La verdad es para decirla, no para ocultarla. Y como diría el Dr. Hassler “Por eso les pregunto a ustedes, estimados mexicanos, si después de 500 años de la adoctrinación española ¿No será ya tiempo de liberarse de los cuentos para niños sobre los sacrificios humanos y el canibalismo que difundían los españoles?”

UN PENSAMIENTO FINAL:

Todo hay que decirlo, en los últimos años se ha creado una abierta y frontal controversia sobre el sacrificio de niños o niñas vírgenes y que eran arrojados a los cenotes. Según los historiadores y arqueólogos estos puntos de vistas difieren, y como en muchos estudios existentes referentes a situaciones, como la práctica de la antropofagia en nuestros pueblos antepasados, los prejuicios y los nacionalismos afloran en su máxima expresión. Es un tema para tratar en forma específica en otro trabajo posterior, sólo lo hemos mencionado para que el lector sepa que tenemos en cuenta todos los puntos de vistas y los vamos presentando a su debido tiempo.

En este punto, no se debe olvidar que a lo largo de los siglos, los sacrificios humanos han estado presentes en distintas culturas. En tiempos pasados, fueron parte oficial de algunos cultos religiosos, como los tratados en este escrito o el celta en Europa, también múltiples rituales en culturas de pueblos en zonas más australes de América Latina. Mientras, en la actualidad permanecen en la sombra, efectuados mayoritariamente dentro de siniestros rituales satánicos, donde los bebés y los niños son las víctimas idóneas. Y no olvidemos los sacrificios a los dioses que registran libros sagrados tan importantes como la Biblia, con personajes muy extraños como Jefté, un personaje bíblico, juez de Israel por seis años, miembro de la tribu de Gad, hijo de Galaad. En el Libro de los Jueces se lo menciona, y ofrece sacrificio humano a su Jehová, si tiene éxito en sus acciones guerreras. Recordemos a Abraham quien iba a ejecutar a su hijo por mandato “divino”, Dios lo detiene (Gn 22,12), ¿Era necesario ese acto de fe extrema? Etc.
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El ser humano no debe rasgarse vestiduras en estos temas, debemos asumir nuestro pasado, nuestros errores, nuestra ignorancia, nuestras conductas inducidas por dioses misteriosos y extraños que no los entendemos muchas veces. Hoy en día, existe un camino pleno de conocimientos diversos y seguimos igual. Degollamos a nuestros semejantes ante cámaras de televisión… nada ha cambiado. ¿Hemos avanzado en el tiempo en nuestra espiritualidad y en ver el mundo que nos rodea? Casi nada, por lo tanto, pensamos que las vírgenes de los cenotes son un eslabón más del pensamiento del hombre ante los misterios que nos presenta este planeta, pleno de dioses, creencias exaltadas, fanatismos personales, y situaciones puntuales en nuestra evolución como civilización humana. No podemos sorprendernos de estos rituales, pues continúan sucediendo día a dia, y vendrán con el tiempo otro más.

Somos así y nada nos cambia.

Bibliografía a consultar:

Revistas Cuarta Dimensión - Argentina
Relación de las cosas de Yucatán (Diego de Landa)
Instituto Nacional de Antropología de Historia de México
Miniguía INAH –México.
México Desconocido
Archivos IIEE de Chile
Archivos lUis Altamirano

Autor de la Recopilación: Pedro Rivas Roth
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