El Hallazgo parecía increíble, una gruta, abrigo natural bajo las rocas totalmente cubierta de enigmáticas y complejas inscripciones, algunas representando mapas solares, otras mensajes antroponímicos, mezclados con símbolos de la fertilidad y carácter de tipo rúnico.

Era la década de 1960 cuando Pedro Gonzales un geólogo paraguayo y quien realizaba un relevamiento de datos para el Ministerio de Obras Públicas, descubrió en el noreste de Paraguay, más exactamente, en la cordillera del Amambay, fronteriza con Brasil, una serie de refugios rocosos cubiertos de símbolos y llamativas inscripciones.

Inmediatamente la noticia se hace pública y traspasa las fronteras paraguayas llamando la atención del mundo científico internacional especialmente en las figuras de dos eminentes investigadores; el francés Jacques de Mahieu * y el norteamericano Barry Fell * quienes dedicarían gran parte de sus vidas y recursos a desentrañar este misterio americano.

LA TEORÍA MAHIEU

Francés de origen y radicado en Argentina donde entre otras cosas fundó el Instituto del Hombre de Buenos Aires, fue un eminente antropólogo quien no había logrado el interés de sus pares porque estos consideraban sus teorías demasiado “arriesgadas”.

Para él estaba todo muy claro, hacia el 900 de la era cristiana una avanzada vikinga proveniente de Schleswig habría llegado a América, recorrido sus costas y penetrado en el continente a través de recursos hídricos como el Amazonas, tomando después brazos como el rio Madeira, el Memoré, el Pilcomayo, el Paraguay y finalmente el rio Paraná para así salir al rio de la plata y encontrarse nuevamente con el océano atlántico.

De estas incursiones provendrían las inscripciones ya mencionadas, las cuales serian verdaderos registros que dejaron en la piedra estos exploradores nórdicos en su paso por estas tierras.

Siguiendo con esta teoría los vikingos se dirigieron al callejón Andino donde habrían fundado, incluso, Tiahuanaco, allí ellos habrían conocido la existencia de grandes yacimientos de plata, información que después habría sido obtenida por los Templarios para su posterior explotación.

Mahieu afirmó en el año 1974 haber descubierto en el pueblo de Tacuatí los cimientos de un templo con características arquitectónicas medievales, sin embargo fue su marcado antisemitismo y su colaboración con los nazis lo que determinó en realidad el peso de sus teorías y la indiferencia del mundo científico.

El hecho de haber sido amigo personal de Domingo Perón y que Alfredo Stroessner haya declarado sus investigaciones de interés "oficial" no alcanzó para demostrar que algunos grupos indígenas tenían un ascendencia Aria.

¿Era este investigador francés el nexo nazi en América del sur de las Ahnenerbe?

Dato interesante : Las escrituras de la cordillera del Ybyturuzú, como las encontradas en los llamados cerros Peró o Polilla, se encuentran en el distrito de Colonia Independencia que a saber fue la cuna del Partido Nacional Socialista en el Paraguay * quizás al mismo tiempo el lugar en un pasado remoto del contacto ario con lo que sería la futura república.

Las zonas geográficas donde están ubicadas las inscripciones coinciden perfectamente con los lugares de hábitat de dos pueblos originarios poseedores de características muy especiales a saber: Los Paí Tavytera y los Aché o Guayakíes.

PAÍ TAVYTERÁ.

Cuyo nombre significa “Habitantes de la ciudad del centro de la tierra”, desde siempre su habitad se ha extendido en lugares geográficos tales como: la cordillera del Amambay, las márgenes del rio Aquidabán y cerros tales como: itá kuatía o el cerro guazú, este último conocido como Jasuka Venda y considerado el centro del mundo, origen de todo y el lugar donde habitan los Dioses.

Son exactamente en estos lugares donde han aparecido la mayor cantidad de inscripciones.

Pero ¿Cuál es la relación entre los Paí Tavyterá y estos mensajes líticos?, examinemos pues parte de la escatología de este pueblo y sorprendámonos con algunos puntos que pueden traer luz al significado de estos epigramas;

EL EXTRAÑO VISITANTE

De un marcado carácter monoteísta, quizás lo que más llama la atención es el uso de la cruz en sus rituales religiosos, esto se debe según se cree a la leyenda que circula desde épocas remotas, de la visita de San Tomé ó Paí Zume, * un hombre barbado, de piel blanca y de alta estatura, quien según ellos, dicen les enseño entre otras cosas procedimientos agrícolas, pesca y cría de animales como así también el uso de plantas medicinales para la cura de enfermedades.

Este visitante convivió con ellos durante un tiempo y se fue dejando la promesa de que otros como el vendrían usando la cruz, un símbolo que él llevaba, emblema que rápidamente adoptaron como suyo y que era el transmisor de un futuro reencuentro con la divinidad.

¿Pero, podría haber sido este personaje un expedicionario Templario quien se había perdido de sus compañeros?

Si estamos en lo correcto, entonces el territorio de los Tavyterá formaba parte del “Tapé Avirú” o camino esponjoso como lo denominaban los indígenas, el cual unía el callejón andino con el océano atlántico y por el que transportaban la plata y el oro que eran llevados a Europa.

De ser así estos mensajes serían a modo de letreros indicativos que hablarían de direcciones como mapas solares o alentarían en momentos de soledad como el que dice: “disfruta y pásalo bien” el cual fue traducido por el investigador Barry Fell.

Siguiendo con la hipótesis de la ruta Templaria; solitario y hambriento este expedicionario habría hecho contacto con los Paí, habría ganado su confianza y en forma de agradecimiento les habría enseñado parte de los conocimientos que poseía.

Este contacto caló muy hondo en la mente de los indígenas. El extranjero diferente en aspecto y mucho más en conocimiento pasó a formar parte de sus leyendas y al igual que Viracocha en la meseta andina ó Quetzalcóatl en Centroamérica les dejó la promesa de que otros como el volverían, de esa forma se adelantaba a posibles contactos futuros y aseguraba apoyo y protección hacia sus hermanos de la Orden que pudiesen llegar a esas tierras.

Es por esto que los Tavytera creen y buscan el “Yvy Marane'y” una especie de paraíso terrenal ubicado al “este” y que se logra llegar a él después de cruzar el “Gran mar originario”.

Ahora la pregunta que sorprende es: ¿Cómo sabían los Paí de la existencia de una tierra hacia el este después de cruzar un gran mar?

¿Transmitió acaso este cruzado la existencia de un lugar divinamente diferente e importante como lo sería la Santa Jerusalén, la cual era tan cara a los sentimientos Templarios'?

ACHÉ

Llamados despreciativamente “Guayakies” que literalmente significaría “ratón de monte”, constituyen un enigma en sí mismos.

Al igual que los Paí los lugares de su habitad corresponden exactamente a donde se han descubierto gran parte de las inscripciones es decir; las cordilleras del Mbaracayú y Amambay, así como zonas de Ybytyruzú en el centro este.

Sin embargo desde el punto de vista antropológico/genético impacta solo el verles; de piel blanca, ojos claros y en el caso de los varones barbados, rasgos fisonómicos que nada tienen que ver con los grupos étnicos que habitan la misma zona.

Una de las hipótesis que trata de explicar el origen de este pueblo dice que se trata de un grupo “étnico diferente” que fue guaranizado y sometido culturalmente en tiempos remotos por indígenas de lengua guaraní.

Por su parte Barry Fell profesor emérito de la Universidad de Harvard y uno de los fundadores de la Sociedad Epigráfica Internacional, tras 14 años de investigación publicó “América antes de Colon” trabajo en el cual aborda las inscripciones del Paraguay y aún hace las traducciones de las mismas indicando, al igual que Mahieu, que estas pertenecen al sistema “Futhark” de los vikingos.

Las inscripciones del Paraguay no solo se cuentan entre las más hermosas e impresionantes en cuanto a tamaño y elaboración sino que también entre las más enigmáticas. Estas demostrarían y serían la gran prueba de la llamada teoría “difusionista”, la misma que indica que en un pasado remoto, se produjeron contactos entre diversos pueblos y lo que es más importante aún: Colon no fue el primero.

El almirante se habría basado en mapas que obtuvo en Portugal debido a sus contactos con la “Orden de los Caballeros de Cristo” quienes a su vez habían heredado estos documentos de los templarios y que estos los habían obtenido de su relación con los árabes durante las cruzadas. Mapas que se supone eran de la época de Alejandro Magno o aún del rey Salomón.

Desde que salió a la luz este tesoro epigráfico ningún gobernante de la República del Paraguay a excepción de Alfredo Stroessner, ha tenido la preocupación de realizar un estudio como corresponde.

Actualmente las inscripciones en su gran mayoría se encuentran en terrenos de particulares, lo que en parte a ayudado a preservar estos tesoros arqueológicos, sin embargo esto no es suficiente para evitar la tan temida depredación, que en algunos casos ha llevado a individuos a romper las rocas para llevar algún “souvenir” de estos tesoros arqueológicos y que ya han causado estragos en otras partes del mundo donde también se han descubierto vestigios epigráficos.

Cabe resaltar y reconocer al respecto las investigaciones hechas por la fundación L.A.E.E.F. (Fundación Latinoamericana de Epigrafía y Ecología), con sede en Asunción quienes no solo han realizado un llamado de atención en cuanto a estos vestigios arqueológicos sino que también han motivado campañas de protección evitando así la tan temida depredación por parte de saqueadores.

Uno de los más bellos mensajes que se ha podido conservar y el cual Fell pudo traducir, es casi como una frase profética que dejó uno de estos Caballeros Templarios a todos los actuales habitantes del Paraguay y que se aplica a lo que a diario viven los habitantes del país y dice :

"Oh, Dios ten compasión de los cansados...." - Grimm –

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* NOTAS

* INFLUENCIA NACIONAL SOCIALISTA EN SUDAMERICA

Programación desde mediados del siglo XIX

* SOBRE EXTRAÑOS HOMBRES BLANCOS – SAN TOMÉ – PAI ZUME

No cabe duda que toda la historia de América está inmersa en leyendas de estos hombres blancos. El autor Jacques de Mahieu dedica gran atención al rey blanco de Amambay, llamado Ipir. Un personaje poderoso y sabio, que era blanco y llevaba una larga barba rubia. Disponía de armas temibles y poseía una inmensa riqueza en oro y plata. Su desaparición es atribuía a un enfrentamiento con unas tribus salvajes donde se le pierde la pista definitivamente. Existen otras interpretaciones para definir a este personaje de San Tomé o Pai Zume más cercanos a la influencia religiosa cristina que dominó el territorio   pues los  jesuitas pusieron un oratorio o capilla bajo la advocación  de Santo Tomás Apóstol; de esa manera toman una tradición oral muy antigua en donde, especialmente entre los guaraníes, se daba cuenta de la presencia inmemorial  de   un nombre  santo que les había hablado  de  Dios  y  a  quien  llamaban   "Pay Zumé"   (Padre Tomás); tradición que hace  alusión a la posible acción del La figura de estos hombres barbados blancos ha predominado a lo largo de todo el continente americano (Centro América, Sudamerica y los EEUU incluidos)

Por ejemplo, el conquistador español Orellana, remontando el río Amazonas, llegó a las inmediaciones de la actual Manaos, los indios de la región le hablaban de unos hombres blancos, altos y rubios que vivían en ciudades más allá de la selva y que guardaban tesoros inmensos. Más adelante, las crónicas de los españoles mencionan que se encontraron con una delegación de 4 hombres blancos rubios y altos, bien vestidos y de formas educadas, quienes preguntaron a los españoles sobre la intención que tenían. Los españoles les dijeron que buscaban convertir la región al cristianismo y someterles a la corona de Castilla. Se despidieron y nunca más volvieron a encontrarlos. 

Los jerarcas de los mayas, incas, y otras culturas de la región dejaron registrados estos encuentros con estos hombres barbados blancos quienes más de una vez les predijeron acontecimientos que vendrían en el futuro y les mostraron un mundo muy ajeno a los que los autóctonos conocían. Para estos fueron sus “dioses blancos” los cuales quedaron registrados en su historia y nosotros tratamos de identificar.