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Su cuerpo estaba en perfecto estado, sus tejidos corporales denotaban detalles de una piel intacta, su pelo, su ropaje, todo estaba perfectamente conservado. (Ver más...)
 
 
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NUESTRO MUNDO
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ANTROPOFAGIA
COMER CARNE HUMANA

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Los indios brasileños prehispánicos preparaban así la carne de sus víctimas para un posterior banquete antropofágico.
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No sólo en Africa se practicó canibalismo. Nativos de América, como los indios caribes, mayas, aztecas, guaraníes y hasta mapuches lo hicieron. Aunque muchos de estos episodios poco entendibles en nuestra sociedad actual, han sido ocultados y silenciado en más de alguna ocasión, en forma deliberada por historiadores con intereses propios y “patrioterismos mal entendidos”.

En estas líneas haremos una aproximación a la antropofagia, y aportaremos una serie de datos que nos servirán para entender algunos acontecimientos actuales, además de poder apreciar que el ser humano es una parte más de la evolución de la humanidad, y que no hemos llegado hasta estos días libres de sacrificios como seres adelantados a otras especies de nuestro planeta. Somos simplemente otra forma de vida más en el Universo, condicionados por circunstancias con cualidades y deterioros como muchas otras. Poseemos ciertas virtudes más desarrolladas, pero a la vez vamos perdiendo otras en forma alarmante, que nos pueden llevar a una autodestrucción en un futuro próximo.
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El proceso mental descrito en forma clara y muy pedagógicamente por J.G.Frazer( * ) en su monumental obra “ La Rama dorada” nos explica que los pobladores del neolítico vivían bajo un sistema de clanes de subsistencia mínimas, y todos de alguna forma u otra practicaban el sacrificio sangriento.

Comerse el corazón del enemigo admirado para adquirir su valor, o clavar las lanzas en las huellas para que no escaparan es una de las pocas muestras de la mentalidad de aquellos oscuros tiempos. Diferentes culturas han ido adaptando sus creencias y ritos a ciertas prácticas de estos sacrificios humanos.

Los conquistadores españoles se encontraron con indígenas que practicaban la antropofagia, aunque estos magnificaron mucho sus descripciones con el fin de instaurar sin trabas burocráticas sus creencias y dominio sobre las diferentes tribus y pueblos, para quienes estas inmolaciones constituían parte esencial en sus ritos religioso

Existen numerosos testimonios en América de observadores imparciales, pues lo que esta claro, es que los testimonios que provenían de fuentes españolas no brillaban por su objetividad, sin olvidar que en el continente “descubierto” sus historiadores nunca han querido reconocer este hecho abiertamente. La muestra es que, son muy pocos los libros de historia en los colegios que nos hablan de este tema. También existieron argumentos sobre las costumbres de antropofagia, para justificar el tráfico de esclavos en Africa y el exterminio de los indígenas en las tierras conquistadas en América.

Basándonos en el estudioso Alberto Medina, antropólogo de la Universidad de Chile, y también otro estudioso de esa misma universidad, Michel Romier, el primero no duda en expresar que el canibalismo existió y hay documentos y pruebas que demuestran su existencia.

Uno de los temas más delicados en Chile es si los mapuches practicaron la antropofagia habitualmente o no. El doble estándar del chileno medio, de admiración a sus antepasados por su bravura y actitud guerrera de resistencia al conquistador, muchas veces no le permiten tratar ciertos puntos que son sólo históricos, y de un cariz netamente antropológico, y que en ningún momento es traspasado a la época actual, donde la situación es totalmente diferente de este admirable pueblo.
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Para tal efecto, y demostrar la grandilocuencia de muchos comentarios al respecto de este tema, podemos mencionar un documento del año 1554, escrito por Pedro Nariño de Lobera quien describió una época de gran hambruna y desastres guerreros de los mapuches, y escribió “se andaban matando unos a otros para comer, el matador, la carne del que mataba” También describía que de nada servía el reparto de trigo, maíz, y otros alimentos, por que estaban tan aficionados a comer carne humana “que tenían carnicería de ella y acudían a comprar un cuarto de hombre”

Según Romier estas eran exageraciones propias de los relatos de los cronistas españoles de la época, quienes de alguna forma trataban de demostrar a la Corona que estaban en una empresa realmente difícil y de costoso mantenimiento. Más aún, las leyes de Indias indicaban claramente que los tres motivos primordiales para una acusación de un indígena eran: rebelión, homosexualidad y canibalismo, en ningún caso, la captura era para esclavizarlos.

En este punto hay que recordar que el fundador de Santiago, el extremeño Pedro de Valdivia, una vez muerto en la batalla de Tucapel en el año 1553, fue su corazón devorado por los toquis que lo habían vencido, todo esto en un acto ritual de reconocimiento de la valentía de su contrincante y de adquirir los valores de su enemigo. Por lo tanto, no siempre se puedo clasificar el comer carne de humanos como un hecho asociado a la hambruna o al acostumbramiento de esta acción generalizada.

Según el antropólogo Alberto Medina, también los onas y los yaganes habrían sido aficionados a prácticas ocasionales de canibalismos. Esto ha sido negado muchas veces por otros estudiosos, pero la revisión de osamentas humanas con evidencias de desgarramientos de carnes por acción de depredador humano, más algunos relatos de Darwin y el navegante inglés Fitz Roy confirmaría esta acción.

Thor Heyerdhal, el investigador noruego que estuvo largo tiempo en Isla de Pascua también comentó en uno de sus libros “Arqueología de Isla de Pascua” publicado en 1961 que “un viajero norteamericano V.S.Frank ( ** ) obtuvo algunas memorias hasta entonces no registradas sobre las últimas ceremonias caníbales que permanecían en la memoria de los más viejos vivos de la isla, quienes habían participado en estos ceremoniales. Al parecer, estas actividades en los últimos tiempos eran ocasionales y como medidas extremas a ciertas situaciones con foráneos o rivalidades insalvables entre familias de la isla. El ritual seguía unos estrictos pasos y lo conocían al último sólo los más ancianos de la isla.

Antecedentes similares de antropofagia en América existen en muchas culturas y pueblos definidos. Por ejemplo, en los años 1556 y 1558 el pastor protestante francés Jean de Lery comenta episodios de canibalismos en este continente. Menciona a los indios tupinambas del Brasil. Quienes tenían constantes luchas tribales y los prisioneros de estos enfrentamientos posteriormente eran comidos por los vencedores.

También el francés Alfred Metreaux, en su libro “La religión de los tupinambas” hace mención a esta práctica entre los indígenas tupinambas.

Cristóbal Colom, también dejo mención de esta práctica en algunas tribus de indígenas caribeñas, algunas que ocupaban las costas de Venezuela, Guayana y Colombia. Los guaraníes de Brasil y del Norte del Paraná, que algunos denominan tupiguaraníes, se comían a los abuelos, quienes consideraban un honor terminar sus días de esa forma, lo cual indica, una trascendencia en el acto mismo mucho más allá de engullir por hambre, o costumbre a sus semejantes. Existe todo un ritual religioso y social sobre esta actividad que nos puede parecer a primera vista tan despreciable.

Los aztecas de parte del Golfo de México, que se encontraron los conquistadores hacían sacrificios humanos, y esto esta científicamente demostrado por los estudios arqueológicos. Se arrancaba el corazón a la víctima y luego su cuerpo era arrojado por las escalinatas del templo. Los restos eran recogidos por sus familiares quienes compartían el ritual del ofrecimiento a los dioses de esa forma, acompañando a los sacerdotes del templo. La leyenda incluso nos deja algunos detalles que no se sabe su origen, pero si ha permanecido por los siglos, como es que Moctezuma era un gran comedor de nalgas humanas, siendo esta la parte favorita del cuerpo humano, reservada siempre a este caudillo de antaño.


En este punto mencionaremos que el antropólogo neoyorquino Dr. Michael Harner, defiende la tesis de que los aztecas no sacrificaban vidas humanas solamente por motivos rituales, sino también para devorar la carne, encasillándolos así entre los pueblos antropófagos. Harner que pertenecía a la “New School for Social Research” defiende la tesis de que las necesidades proteínicas de los habitantes primitivos de México sólo podían cubrirse con la ingestión de carne humana, dado que los aztecas no tenían animales domésticos, como vacas o cerdos. Esta tesis encontró de inmediato respuesta de sus colegas, entre ellos el antropólogo Meter T. Furts de la “State University of New Cork” quien afirma que los aztecas tenían súper-habits de alimentos y que, por tanto, no se veían obligados a comerse la carne de los sacrificados. Según documentos de los sacerdotes que acompañaban a Cortés y sus soldados, se menciona la abundancia de alimentos de los aztecas, por ejemplo, se menciona la caza de palomas, patos silvestres y gansos. Por otra parte, Nancy Troike de la Universidad de Texas aseguró que “la alimentación de los aztecas antes de la conquista, era mejor que la de los mexicanos de hoy”. La disputa de opiniones estaba servida. El Dr Harner, termino el tema expresando que no le importaba la reacción airada de sus colegas…”no quieren que los hombres a cuyo estudio se dedican fuesen caníbales y se aferran a su contemplación romántica de los aztecas” Como se aprecia hay opinión de todos los gustos y para según los intereses de cada uno.

Los mayas hacían sacrificios pero no se ha determinado con certeza si comían carne humana o no en sus ceremoniales, o en algún rito de ofrendas. El film de Mel Gibson, “Apocalyto”, precisamente mostró este tema en forma cruda en el año 2006, y de inmediato la comunidad maya hizo publico su repudio a esta película, incluso Francisco Rosado May quien fue rector de la Universidad de Quintana Roo y ahora es investigador visitante de la Universidad de California, en Santa Cruz, además de doctor en biología y proviene de familia maya, además de ser un gran estudioso de esta cultura, mostró su desacuerdo con lo que plantea a simple vista el film, y lo que significa para la mente de un espectador poco preparado. Como se podrá apreciar la controversia esta servida, y es un antecedente más que, hablar de este tema hoy en día inquieta mentes, países, culturas, y remueve muchas posiciones ideológicas y planteamientos científicos y morales de muchas personas.

Los incas de más al sur en cambio se ha determinado con bastante exactitud que no practicaron el canibalismo en sus acciones ni vida cotidiana. Aunque en los últimos años, estudios registrados en hallazgos de entierros en la zona de Maria Elena, en el desierto de Chile por el visitador especial del Consejo de Monumentos Nacionales, Claudio Castellón, indican ciertos rituales de decapitaciones de cuerpos de personas y también de fetos de algunos animales, y que podrían tener que ver con ritos de sobreviviencia en una zona tan inhóspita. ¿Las razones para la decapitación?

Aún no se sabe las causas concretas, y se barajan varias alternativas, una de ellas es un tipo de antropofagia limitada sectorial en aquelllas tierras del norte de Chile y en ocasiones muy puntuales. De todos modos, en este caso no esta dicha la última palabra por parte de los especialistas.

Las personas piensan que generalmente en África es donde se ha dado más la antropofagia, pero según estadísticas recientes se ha podido determinar que los aborígenes de América fueron más aficionados a esta práctica. Los primeros misioneros que estuvieron en el África Central en los años 1890 nunca mencionaron esta práctica. Otras connotaciones diferentes son que algunas tribus africanas extraían el hígado del muerto y lo comían para evitar la venganza del espíritu. Estas referencias sí existen sobre brujerías y hechiceras, que practicaban una especie de canibalismo ritual-espiritual y con unas referencias más supersticiosas que de llevar a cabo la acción misma de antropofagia por otro fin. En este punto, se ha podido determinar que muchos aborígenes autóctonos usaban este pretexto contra otras tribus – de acusarlos de caníbales – como justificación de cazarlos y entregarlos a los ingleses, franceses y portugueses para la esclavitud.

Oceanía y sus habitantes sí tienen antecedentes variados de canibalismo. Polinesia, Micronesia, Melanesia, Islas Hawai, Fidji, Tuamotu, Malasia, Samoa, Marquesas, Filipinas, Nueva Guinea, las Carolinas, Thahití, etc. Cabe recordar al amigo lector en este punto la muerte de James Cook, quien fue devorado en una playa de Hawai, junto a algunos marineros de su aventura. Los detalles los dejaron sus compañeros de barco que logaron escapar, estos son muy claros de la forma que termino uno de los más grandes navegantes ingleses.
Ritual azteca en el que se devoraba a las víctimas sacrificadas.


Antropofagia y simbolismos

La acción de comer carne humana ha estado llena de controversias, simbolismos, interpretaciones acomodadas a circunstancias, etc. Muchas culturas, se comen un bocado de carne humano de algún pariente muerto recientemente por un propósito superior. Esta acción es con el fin de incorporar cualidades del difunto devorado al degustador, todo esto viene a significar al final un acto de amor y admiración para igualarse al que entrega su cuerpo en este acto. Aunque difícil de ver bajo este punto de vista, el ser humano actúa en condiciones extremas con un mecanismo parecido, donde un ritual significativo de amor hace olvidar la parte grotesca de este asunto.

Sin querer ser repetitivo, el conocido caso del equipo de rugby uruguayo que cayó en la Cordillera de los Andes en el año 1972 y tuvo que recurrir a esta práctica, precisamente lo hicieron bajo el concepto de una “comunión sagrada” Las condiciones extremas de la situación, dio una salida a este acto de antropofagia entendible solo por quienes estaban en esos momentos desesperados y casi al borde de la muerte. A pesar en las condiciones que se realizó esta medida extrema, la acción misma, causo debates morales e ideológicos pues algunos teólogos católicos, de inmediato quisieron apartar este acto de antropofagia de una relación con el acto litúrgico de la comunión que todos conocemos. Hemos mencionado esta discordancia como un modo de ver la reacción del interior místico que anida en los humanos ante actos de este calibre, y esta relación de por sí es muy interesante.

Si comer carne humana en muchos casos no es por hambre, sino por motivos espirituales, es claro añadir que este asunto es todo un conglomerado de signos que rodean una sociedad, una situación especial en muchos casos, lo que sustentan, todo esto hace posible este acto de devorar de un semejante.

Muchos antropólogos han querido ver el significado del alargamiento de la vida, y es así como leyendas de Jonás y la ballena que lo devora, o el cuento infantil de la Caperucita Roja , etc., son vistos como un motivo mítico que se refiere a la trascendencia de la vida. La víctima, o sea el devorado sigue viviendo dentro del devorador Lógicamente, las consecuencias logran un cambio de vida en ambas partes. El concepto de devoración se calibra bajo otros conceptos menos hoscos y más de congéneres.

Nuestras sociedades actuales han despreocupado la parte interior del ser humano, sus motivaciones y sus creencias. Muchas de estas creencias distorsionadas han sido conducidas por otros caminos totalmente ajenos a los instintos innatos del hombre, y cuando aparecen ciertos elementos disociadores, acciones primitivas extremas, no pensamos jamás que somos un engranaje más de este enjambre humano, y cuando este se rompe ocurren experiencias que nos resultan difíciles de explicar. Cómo la anterior que vamos a relatar.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Uno de los lugares donde se practicó el canibalismo ritual hasta mediados del Siglo XX fue Nueva Guinea. La antropóloga Dra. Linderbaum, fue uno de primeros científicos en describir y prestar atención a una extraña dolencia que tenían muchos aborígenes de la población de Pootie. Los científicos occidentales la descubrieron en la década del 50 en la tribu "Fore", asentada en las elevaciones selváticas de Papúa Nueva Guinea. La enfermedad que aquejaba a muchas mujeres de aquella etnia la denominaron Kuru. ( Escalofríos en la lengua aborigen) en forma coloquial mucha gente le denominó “enfermedad de los tiritones” o “de la risa sin razón”

Esta enfermedad poco conocida a esa fecha atacaba el sistema nervioso central de estos aborígenes y según la descripción técnica y profesional de la asociación Walgreen Co. (textual) es definida como sigue:

El kuru es una rara enfermedad causada por un prion y se presenta casi exclusivamente entre los habitantes de Nueva Guinea, quienes practicaban una forma de canibalismo en la cual se comían los cerebros de los familiares muertos como parte de un ritual funerario. El kuru produce cambios neuro degenerativos parecidos a los de otra enfermedad por prion, la de Creutzdeldt-Jacob (vCJD) que se presenta esporádicamente en el mundo y de la cual se desconocen los factores de riesgo.

Los síntomas principales de esta dolencia denominada Kuru, es ataxia cerebral, perdida de coordinación, temblores, atrofia cortical, congestión del fluido sanguíneo. Todo esto desencadenaba un proceso de demencia y producía un ruido bucal característico, debido a la descoordinación de los músculos de las mandíbulas, que se asemejaba a un acceso de risa por parte del aborigen afectado.

Los estudios respecto a esta enfermedad se centraron en los estudios de los prion protein, los cuales algunos aparecían sanos y otros deformes. Fue un proceso largo que desencadeno en el año 1985 cuando científicos ingleses establecieron una conexión entre la encefalopatía espongiforme bovina (EBB) más conocida como “el mal de las vacas locas” y su forma humana, la variante de Creutzdeldt-Jacob (vCJD)

Los científicos John Collinge y Simon Mead en los años 1987 comprobaron estos análisis y su estudio fue publicado en el año 2003 en “Revista de Ciencia”. También el arqueólogo de la Universidad de Bradford, Thimothy Taylor, confirmó y relaciono estos estudios sobre el canibalismo. Todo esto indicaba que de alguna forma el canibalismo ritualista de estos aborígenes dejaba su marca en sus genes, más aún, nuestra civilización actual puede llevar esta marca en sus genes producto de épocas antiguas, y que al alimentarse de sus mismos congéneres desataría estas nuevas enfermedades que nos parecen tan extrañas a primera vista.

A pesar de que estos estudios han tenido una gran aceptación entre la clase científica, también existen retractores de estas conclusiones, y es así, como el profesor Jaume Bertranpetit, científico de la Universidad Pompeu Fabra, la Dra. Marta Soldevila (quien realizó una parte substancial del trabajo en DeCODE Genetics, Reykjavik, Islandia), y sus colegas, utilizaron un sistema actualizado de datos genéticos para demostrar que la selección estabilizadora asociada al canibalismo no ha sido una fuerza impulsora selectiva importante sobre el gen de la proteína del prión, como se ha propuesto recientemente.

Mientras los científicos siguen estudiando estos procesos de genes de la protein del prión en los humanos, una cosa es realidad. Los aborígenes de Nueva Guinea, una vez que suspendieron estas prácticas de canibalismos ritualistas con familiares fallecidos, han disminuido a un índice casi nulo esta enfermedad del Kuru.

Issei Sagawa – El caníbal japonés

Un caníbal moderno, educado, poeta, cineasta, y actor erótico
Uno de los casos más resonados de canibalismo en tiempos modernos, son los hechos ocurridos a principios de los años 80, cuando el japonés Issei Sagawa, quien vivía en Francia y era un simple estudiante causo un real revuelo en la opinión pública por sus actos de canibalismo. Este singular personaje relató abiertamente que prefería las mujeres rubias, blancas y grandes con ojos azules, alemanas sobre todo. En Junio del año 1981 apuñalo a su novia holandesa Renée Hartevelt, quien era estudiante en la Universidad Internacional y que tenía todas las características de sus preferencias.

Renée era su novia, y mientras la chica le leía poemas impresionistas alemanes este individuo la apuñalo y luego la despedazó y guardó sus restos en una maleta para enterrarla en el Bois de Boulogne. Sagawa había conocido a la chica en la Universidad Internacional y jamás ella desconfío de este escuálido estudiante japonés. Los antecedentes de la acción de este caníbal son increíblemente crudas, y es así como la prensa de la época logro determinar por propia boca del protagonista que con el cuerpo de Renée preparo sukiyaki, un plato que requiere carne blanca, y cortar filetes muy delgados. Es un plato que debe prepararse con mucha habilidad y paciencia, pero dejaremos hasta aquí los detalles del preparado gastronómico para que el lector no se incomode.
La primera víctima de Isseis Sagawa, cumplía todos los requisitos de sus preferencias gastronómicas en seres humanos

Iseei Sagawa, era hijo de un rico industrial japonés que cayó en la ruina por las acciones de su hijo a igual que toda su familia, aunque el caníbal japonés, durante mucho tiempo trato de sacar partido de su acción mediante libros escritos y películas pornográficas donde el tema del canibalismo era tema central. Curiosamente, llegó a tener mucha aceptación en el mundo femenino y logro varios éxitos literarios. Fue condenado a dos años de cárcel en La Santé y después remitido a un psiquiátrico.... dice no recordar nada de su acto de canibalismo, pero sí expresó a la prensa “Me desagradaría que me incineraran. Ser comido por una hermosa mujer es más poético y agradable”

Al final de este artículo detallamos algunos libros publicados por este caníbal poeta, además de cineasta y también para algunos “de gran atractivo personal”

José Luis Calva Zepeda – El Caníbal mexicano

A principios de Octubre de este año 2007, la sociedad mexicana se vio conmovida por otro acto de canibalismo. Esta vez se trataba de un ciudadano mexicano con proyecciones literarias y artísticas, quitado de ruidos y admirador de las lecturas de terror. Admiraba la obra de Marqués de Sade y su obra favorita era Sodoma y Gomorra, según los períodicos mexicanos.

Al parecer aspiraba a escribir una gran novela basada en hechos reales y con la temática de "instintos caníbales", pues se encontró en su casa una novela inconclusa donde se trataba precisamente este tema, además de una serie más de escritos relacionados con el tema de antropofagía, todos ellos de su puño y letra. El fiscal central de Investigación de Homicidios, Gustavo Salas, y el doctor Rodolfo Rojo, coordinador de Servicios Periciales, confirmaron en una rueda de prensa que la carne en la sartén encontrada en su casa, contenía restos de carne humana y que se trataba de "músculo estriado" y que pertenece al antebrazo de una de sus víctimas. Todo indica que la victima era su novia Alejandra Galeano Garavito. La policía investiga más muertes de mujeres relacionadas con este sujeto, quien ha dejado a toda la opinión pública perpleja.
José Luis Calva Zepeda – el caníbal mexicano
Este asesino caníbal, también con inquietudes literarias como el japonés Issei Sagawa, tenía en su casa toda una combinación de elementos ritualistas, y también inspiradores, como libros de brujería, ropa y antifaces, y una foto de Hannibal Lecter, el asesino caníbal personificado en el cine por Anthony Hopkins.

A diferencia del caníbal japonés, quien tuvo cierto éxito posterior a su macabra acción, Calva Zepeda se suicido en Diciembre del año 2007 en una cárcel de Ciudad de México.

Fin… 1ª parte

Nota:

El Caníbal japonés Issei Sagawa ha escrito un par de libros, los cuales los mencionamos para los lectores más curiosos

Libro Issei

 

París en Flor

En mitad de la niebla

Quiero ser comido (film)


Por: Equipo Redacción (IIEE Chile)
 

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